Antonio Moure Requena
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Hace aproximadamente tres días saltó la noticia de que Manuel Ángel González Fustegeras volvía a la política de la mano del PSOE. Me impactó el comentario más que nada por inesperado. Me imagino que los únicos que no quedaron boquiabiertos fueron aquellos privilegiados, que posiblemente vienen amasando en el más cerrado silencio este, por ahora todavía, supuesto dilema .A pesar de todo no está muy clara esta cuestión sucesoria. Por lo que se ve el presidente Griñán se empeña en avalar a Pilar Sánchez bajo el pretexto de que un político que alcanzó mayoría absoluta no se puede echar a un lado así como así. Me parece muy bien pero con ciertas consideraciones. Ahora, no es momento de premiar los objetivos alcanzados hace cuatro años, más bien son horas de “juicio final”. En estos instantes se está precisando quien puede ser candidato a tenor de las encuestas y del termómetro de la notoriedad y reputación. Por lo visto debe de repetir en la próxima lista a las Municipales Pilar Sánchez. No sé, pero mucho me temo que existe en algún recóndito lugar algo que a Griñan le fuerza a dar ese abrazo de padre cariñoso y afectivo.
La verdad ya se sabe cuál es: la división existente entre los propios políticos socialistas que acompañan a Sánchez en el Gobierno Municipal. Más bien diría que Sánchez se niega a incluir en la próxima lista a ocho concejales de su actual gobierno. González Cabaña no está de acuerdo y sabido es que no apoya dicha candidatura. Cuantos intentos han surgidos para arreglar esto ha sido para nada, no hay forma de una avenencia Cabaña/Sánchez como tampoco con la intervención del Comité Federal. El escollo principal ha sido que Pilar Sánchez no quiere incluir, como ya se apuntó más arriba, en su candidatura los ediles apartados del núcleo de decisión del gobierno local.
Estuvo presente el rumor confirmado por el PSOE, del fichaje del Independiente Manuel Ángel González Fustegueras, como vínculo necesario para dar solución a la dichosa candidatura. No ha sido así por falta de consenso y Fustegueras ha optado por la vía de, ni tan siquiera, estar un momento más en la política y menos de una forma tan enrevesada. Se trata de un hombre de gran prestigio, muy conocido tanto dentro como fuera de Jerez. Acompañó mucho tiempo a Pedro Pacheco destacando como bueno y acreditado político y mejor urbanista. Dejó huellas de excelente persona, educado, amigable no solo con sus amigos y jovial. Es arquitecto. Quiero decir que nadie mejor que él para acicalar momentos tan amargos en la candidatura de Jerez. Ha sido en política un socialista –lo cual encaja- pero con siglas andalucistas. Pero vamos, Manolo hoy es Independiente. Hubiese sido muy necesario ahí para levantar la solvencia política perdida.
En fin este tema parece que ya está arreglado y ha sido con la incorporación de Pilar liderando la candidatura de su partido. No se puede poner en duda la obstinación de la candidata que sabe de sobra que en Jerez tiene una asignatura pendiente, cual es gobernar de forma muy distinta a como lo hizo hasta hoy; sin la testarudez que le caracteriza pero, esperamos, que con el empeño, el mismo que ha demostrado para defender su primer lugar en la candidatura a las municipales. Puede quedar, no obstante, sin plumas y cacareando. La última palabra la tiene el pueblo.
Este blog se hace con la intención de recopilar una suma importante de artículos publicados por el autor, en "Información Jerez". Se invita a colaborar en el mismo a quienes lo deseen. Se incluirán, igualmente, artículos de Opinión de palpitante actualidad.
miércoles, 16 de marzo de 2011
jueves, 3 de marzo de 2011
LOS PAGARÉS DE NUEVA RUMASA.
Antonio Moure Requena
Con el caso de la expropiación de la antigua Rumasa he tenido siempre serias dudas sobre quien tenía razón: si el embargado o el que ordenó el embargo. Esa es la verdad, siempre he tenido mis dudas y muy serias, no comprendí nunca como una deuda a la Seguridad Social, por muy enorme que fuera en cantidad podría dar lugar a la confiscación, prácticamente, de todos los bienes. Aquí no puede decirse aquello de cosas peores he visto o vivido, porque no han existido, que yo conozca.
Comencé a tener una gran confianza en el resurgir de la familia Ruiz Mateos con la puesta en escena de la Nueva Rumasa. Era fantástico como esta familia estaba levantando cabeza y su economía, al menos de forma aparente, comenzaba a brillar y nuevamente creaba un sinfín de nuevos e innumerables empleos. Ahora bien cuando surgieron los anuncios en la televisión referente a la “venta” de Pagarés a un plazo determinado, con un 8% (ocho x cien) de interés, empecé a sospechar que la cosa no era excesivamente creíble porque nadie vende “duros” a “pesetas”, por muy Ruiz Mateos que sea. Incluso las más avezadas mentes en economía y propietarios de grandes y fecundas empresas hubieran podido generar con las de Ruiz Mateos los beneficios adecuados para atender los pagarés. Los últimos acontecimientos me han dado la razón y llegado el vencimiento de los primeros no han podido ser atendidos, resultaron de momento impagados (tanto en intereses devengados como en el nominal) y se abre una expectativa de suspensión de pagos en algunas de las empresa que compones el grupo “Nueva Rumasa”.
Esta crisis de la Nueva Rumasa encamina sus pasos hacia los juzgados y ya son cientos de inversores los que se han dirigido a distintos bufetes de abogados a fin de recabar información y manera o forma de defender los euros invertidos y en qué situación se encuentran en todo este proceso. Se da la circunstancia que estos pagarés no tienen un nominal común sino dependiendo el mismo de acuerdo con las posibilidades de cada suscriptor. Aunque no soy un hombre muy ducho en estas lides no había visto nada igual. Los abogados están recomendando que todos los afectados se agrupen como si fueran “una sola entidad para acudir al concurso”. Es conocido que en dicho proceso se priorizará y siempre tendrán más posibilidades de cobro aquellos acreedores más importantes en cantidad.
Una vez más Ruiz Mateos tenía sus empresas cogidas con alfileres. Nunca ha podido refinanciarlas. Sabido era que no podía acudir a los bancos –menos aún en los momentos de crisis actuales por los que atravesamos- nadie le hubiera prestado el dinero que necesitaba. Por eso, precisamente, al no poder recurrir a vías normales de financiación recurrió a ofertar pagarés directamente al público, mediante una campaña tremendamente astuta prometiendo el oro y el moro. Ni que decir tiene que las empresas que componen el Grupo Nueva Rumasa eran, según dicen los expertos, deficitarias hasta los ojos y solo una fuerte recapitalización de las mismas las sacaría a flote.
Para finalizar y puesto que no trato de dictar normas económicas salvadoras, he de aconsejar que José María Ruiz Mateos entiendo que a sus años no debió de meterse nuevamente en un follón económico de estas características. Es tiempo de descansar y no complicarse más la existencia con este tipo de operaciones.
Con el caso de la expropiación de la antigua Rumasa he tenido siempre serias dudas sobre quien tenía razón: si el embargado o el que ordenó el embargo. Esa es la verdad, siempre he tenido mis dudas y muy serias, no comprendí nunca como una deuda a la Seguridad Social, por muy enorme que fuera en cantidad podría dar lugar a la confiscación, prácticamente, de todos los bienes. Aquí no puede decirse aquello de cosas peores he visto o vivido, porque no han existido, que yo conozca.
Comencé a tener una gran confianza en el resurgir de la familia Ruiz Mateos con la puesta en escena de la Nueva Rumasa. Era fantástico como esta familia estaba levantando cabeza y su economía, al menos de forma aparente, comenzaba a brillar y nuevamente creaba un sinfín de nuevos e innumerables empleos. Ahora bien cuando surgieron los anuncios en la televisión referente a la “venta” de Pagarés a un plazo determinado, con un 8% (ocho x cien) de interés, empecé a sospechar que la cosa no era excesivamente creíble porque nadie vende “duros” a “pesetas”, por muy Ruiz Mateos que sea. Incluso las más avezadas mentes en economía y propietarios de grandes y fecundas empresas hubieran podido generar con las de Ruiz Mateos los beneficios adecuados para atender los pagarés. Los últimos acontecimientos me han dado la razón y llegado el vencimiento de los primeros no han podido ser atendidos, resultaron de momento impagados (tanto en intereses devengados como en el nominal) y se abre una expectativa de suspensión de pagos en algunas de las empresa que compones el grupo “Nueva Rumasa”.
Esta crisis de la Nueva Rumasa encamina sus pasos hacia los juzgados y ya son cientos de inversores los que se han dirigido a distintos bufetes de abogados a fin de recabar información y manera o forma de defender los euros invertidos y en qué situación se encuentran en todo este proceso. Se da la circunstancia que estos pagarés no tienen un nominal común sino dependiendo el mismo de acuerdo con las posibilidades de cada suscriptor. Aunque no soy un hombre muy ducho en estas lides no había visto nada igual. Los abogados están recomendando que todos los afectados se agrupen como si fueran “una sola entidad para acudir al concurso”. Es conocido que en dicho proceso se priorizará y siempre tendrán más posibilidades de cobro aquellos acreedores más importantes en cantidad.
Una vez más Ruiz Mateos tenía sus empresas cogidas con alfileres. Nunca ha podido refinanciarlas. Sabido era que no podía acudir a los bancos –menos aún en los momentos de crisis actuales por los que atravesamos- nadie le hubiera prestado el dinero que necesitaba. Por eso, precisamente, al no poder recurrir a vías normales de financiación recurrió a ofertar pagarés directamente al público, mediante una campaña tremendamente astuta prometiendo el oro y el moro. Ni que decir tiene que las empresas que componen el Grupo Nueva Rumasa eran, según dicen los expertos, deficitarias hasta los ojos y solo una fuerte recapitalización de las mismas las sacaría a flote.
Para finalizar y puesto que no trato de dictar normas económicas salvadoras, he de aconsejar que José María Ruiz Mateos entiendo que a sus años no debió de meterse nuevamente en un follón económico de estas características. Es tiempo de descansar y no complicarse más la existencia con este tipo de operaciones.
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