No sé si en otros países democráticos mienten los políticos como lo hacen aquí. Es una pura mentira casi toda y no hay forma, por lo que se ve, de remediarlo. Existen países, como por ejemplo EE.UU. de América donde las mentiras políticas no se perdonan; más bien se castigan. Este proceder es garantizador de pureza democrática. Hay que ver lo que están liando con el tema de los EREs. Sobre todo Griñan que no suelta prenda por más que le reclaman clarividencia en dichos temas; pero confiesa que a su poder no llegaron algunos documentos y de ahí su ignorancia. Cuesta trabajo creerlo y se deduce que no podemos confiarnos a este tipo de políticos que prefiere engañar al ciudadano en pos de cubrir a políticos sinvergüenzas implicados.
Zapatero confesó que no se presentará a reelección esgrimiendo de inmediato la frase “Rajoy hasta ahora lo único que ha hecho es atacarme”. En ocasiones el silencio cunde más que la charlatanería y jode con bastante más insolencia. Pepiño Blanco es claro ejemplo de cuanto digo, tira con pesadas cargas de profundidad. Es su especialidad. Ya quedan lejos aquellos argumentos que se esgrimieron para gobernar a base de temáticas sexuales con el fin de aumentar la intención de voto. Tampoco podrá apelar al “Prestige” ni a la guerra de Irak y menos aún a la retirada de las tropas allí establecidas por su antecesor en el gobierno, Aznar. Está claro que no se puede decir de “esta agua no beberé”. Hoy estamos involucrados también en guerras - perdón quise decir “conflictos”- como Libia, Afganistán, entre otros y aquí no pasa nada. El lema de los socialistas en el poder es el de “Vota a la izquierda para que nunca pueda gobernar la derecha”. Esta es la izquierda que le dio mayoría al PSOE, la de alta fidelidad, la que mantiene su voto pase lo que pase. No está mal pero bien tampoco. Así que ojito ojito que en un santiamén te hacen cambiar las intenciones de voto y aquí paz y después gloria
Pero no nos vayamos a creer que solo miente Zapatero que mentir lo que es mentir lo hacen todos. Algunos lo hacen a través de “verdades” de sacerdotes misioneros; o sea, siempre en base a dogmas de fe, por lo que hay que creerlo todo o casi todo. Ello va a misa. Vamos, palabra de rey. Quiero decir que la política actual aparte de ser una mentira muy grande es una sinvergonzonería de todas a todas, con una gran familia de parlanchines, charlatanes compulsos que se tiran a degüello, palmeros aduladores y tontos babas.
Ahora resulta que Pizarro presenta su dimisión como consecuencia de la patada en el culo a un compañero. Cabaña está viendo peligrar de cara a un próximo mandato la presidencia de la Diputación Provincial. Un Ente que está ahí para algo, que no tengo muy claro para qué sirve pero que se lo rifan. Por algo será. Esta poltrona es incluso más apetitosa que la de Urbanismo pero tiene más caché y presencia. En definitiva cada día más eludo dar nombres en mis comentarios por la razón que puede parecer que sentencio a unos dejando a otros incólumes cuando no es así. No obstante no puedo privarme de hacerlo algunas veces por razones obvias. Por ejemplo lo de Griñán eludiendo dar la documentación (Actas de los Consejos) a la jueza que lleva el caso de los EREs. Tendrá una explicación que supuestamente puedo saber: no dar a luz pública ciertas cosas mantenidas en secreto. Los políticos supuestamente mienten más que orinan.