Los animales los hay de distintas razas, por tanto de muy distintas leches. No hay que excluir al hombre entre ellas aunque es raro que la mujer, que lo demanda todo, no haya reivindicado para ella un lugar dentro de la acepción “hombre”. Será porque no quiere ser integrante ni ser reconocida como perteneciente al mundo animal. Las mujeres son tela de listas. Bueno, a lo que iba, al ser los animales –entre los que nos encontramos el hombre y la mujer, como racionales- los hay más o menos listos, valientes, educados, agresivos, fuertes, altos, bajos, etc. Todos estos calificativos se pierden en el resto de aquellos otros que no son racionales. Los califican y definen las razas a las que pertenecen. Los perros, por ejemplo, serán fieros o dóciles según su casta o la estirpe a las que pertenezcan. Dependiendo si pertenecen a la familia de “Labrador”, ”Boxer”, “Bulldog” o “Fox Terrier” entre otros muchos, presentaran una cualidad; más “inteligente”, fiero, fiel, rápido, entre otras aptitudes Igual ocurriría con los toros dependiendo si son de raza retinta o de lidia; también ocurriría con los gallos que todos los denominados “ingleses” o de pelea. Serán desde el primero al último de sangre caliente dispuestos a morir luchando.
En cambio con los humanos donde incluimos al hombre y a la mujer, la raza a la que pertenecen no tiene nada que ver con sus condiciones físicas o sentimentales, aunque hay quién aplica la rapidez, elasticidad, a la raza de color. El ser humano no posee en todos y por igual el mismo porte, la misma fisonomía, la misma inteligencia. Somos diferentes no parecemos clones como así pudiera ocurrirle a cualquier otro animal falto de expresión física . Sin duda al poseer inteligencia, aunque cada cual en distinto grado, somos o al menos nos creemos superiores a los seres de otras especies. Pero, eso sí, de vez en cuando montamos unas guerras entre nosotros mismos que si antaño servían para “desconejar” el mundo de un excesivo número de habitantes, ahora parece ser que el fin primordial es apoderarse del petróleo en el subsuelo del país a dominar.
A pesar de todo, a pesar de la supuesta supremacía que nos otorgamos el mundo va de mal en peor. Cada vez más hay grandes y abundantes diferencias de clases sociales. Existen países, sobre todo en África que son más que pobrísimos, analfabetos y con una media de vida cifrada en no más de 45 o 50 años; con estas edades ya son ancianitos que no pueden mantenerse en pie. Es una lástima que las grandes potencias económicas gran parte de sus presupuestos dinerarios van a parar a defensa, armamentos, por tanto conflictos bélicos que no dejan de ser inversiones a medio plazo a fin de dominar el combustible - entre otros productos- existente fuera de sus fronteras y guardar y preservar sus yacimientos propios para caso de una necesidad extrema.
Todo es una pura lucha de intereses que fastidia y endurece los sentimientos de cualquiera. Entran ganas de vomitar una vez oídas las justificaciones del ex Presidente Busch ordenante de la guerra de Irak y que ahora exime sus culpas negando todo lo habido y por haber en cuanto al inicio del conflicto bélico. ¿Tendrá remordimientos de conciencia tras las muchas muertes producidas? ¡Qué pena! Pedazo de animal.
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