No es difícil, aunque tampoco fácil, andar por la existencia, por la vida, o por el mundo; como vosotros queráis llamarlo haciendo reproches. Todo dependerá de la voluntad de los demás; desafortunadamente es así. Somos lo que la gente quiera que seamos. Lo mismo nos ensalzaran inmerecidamente y nos pondrán en las nubes, que nos hundirán y nos sumergirán en las profundidades de los infiernos. Es así de triste y de injusto. Lo bueno sería que cada crítico usara la misma vara de medir o empleara para juzgar con el mismo rasero, que reluciera siempre la verdad y fueran justas las dimensiones y providencias que se empleen. Como exclusión ante la necesidad de tener que forzosamente sancionar negativamente un caso nada claro, mejor será silenciar antes de no ser justo.
Muchos ciudadanos están en la encrucijada política que brinda la situación del que fuera líder del andalucismo Pedro Pacheco. En el orden de militancia política muchos ya decidieron hace tiempo –entre los que me encuentro- que bien el PA o PSA son los lugares donde debemos de estar con o sin Pedro. Otros, los menos, bullen alrededor del mismo como hace dos siglos lo hacían los doce apóstoles con Jesús. La inmensa mayoría –ya a nivel de ciudadano en general- reivindican que cualquier tiempo pasado fue mejor en clara alusión comparativa con Pilar Sánchez. Las miradas se vuelven atrás buscando un asentamiento donde basar un futuro prometedor. Personalmente, nunca he escondido mi condición de andalucista militante, y tras una migración no muy acertada por el PA. PAP y PSA, -siempre al rebujo y estela de Pacheco- decidí sentar definitivamente mis dogmas en este último partido para encontrar la verdad de mis creencias, apartado de dirigentes y paladines.
Pedro Pacheco debió quedarse en el PSA arropado por los suyos; otros lo estarían con Santiago Casal, o con otros cuyos nombres omito. Ni que decir tiene que el PSA es un partido plural que por lo visto solo lo entiende aquellos que subsisten en él. Como militante de base mis metas están puestas en la persona que ha echado a sus espaldas el partido: Santiago Casal; quien por cierto está haciendo una labor de muchos quilates basada en las plataformas, e-mail, páginas web y blogs en Internet a fin de llegar a todos los hogares, si me aprietan del mundo. Con crisis o sin ella no se tiene dinero, aunque prácticamente no hace falta, tal vez se tiene una menor necesidad del mismo para hacer una labor on- line más efectiva que cualquier otra ya obsoleta y en desuso. Los tiempos han cambiado mucho; se imponen los celulares (móviles) y las plataformas en internet.
Este Artículo de hoy, más que de Opinión es una confesión muy particular. La he realizado con el corazón en la mano con ánimos de aclarar, entre otras muchas cuestiones, que el arriba firmante no dejó a Pacheco sino que este me dejó a mí y a otros muchos Esto no quita ni tan siquiera un ápice la gran valía y solvencia política, así como toda la Obra por él desarrollada en Jerez reconocida por un 99,9% sde todos los jerezanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario