jueves, 9 de junio de 2011

CONSEJOS A SALVADOR MERA.

Me parece que no conozco personalmente a Salvador Mera, dicen que es alto miembro de UGT aunque difiero que lo sea por su comportamiento verbal, y si lo es flaco favor hace al Sindicato que representa. Se extraña el tal Salvador Mera que hubiese poca gente en la manifestación o convocatoria del 1 de Mayo. En cambio suponía que tal vez hubiese muchas más en el Vaticano santificando al “golfo ese” en alusión a Juan Pablo II, como así sin género de duda fue. Me parece que la irritación por tal causa provocó no pensar lo que dijo: una calumnia injuriosa que a mí sin ser un católico de armas tomar; o sea, que olvido con frecuencia mis obligaciones como tal, me sentó como una patada en la huevera.

Cómo pudiste ser tan bestia, tan innoble y tan vehemente. De verdad que no me lo explico, tu eres un sindicalista ni mejor ni peor que los de antaño, eres simplemente un frescales desvergonzado de poca lacha y muy poca –por no decir ninguna- vergüenza. Mire Salvador si la convocatoria del 1 de Mayo fue un fracaso la única explicación que tiene es que se acordáis de los trabajadores cuando operan determinadas circunstancias, como es las celebraciones del Día del Trabajador. El resto del año mucho compadreo, mucho paro, y más despidos. Vosotros, en cambio, los sindicatos, bien ungidos con presupuestos económicos bien dotados por la Administración Central.

Yo también podría insultarte como así lo has hecho conmigo llamando golfo a uno que fue representante de Cristo en la Tierra y que será en breve Santo por más que le pese. Has acumulado una rabieta sin parangón. Sé que ha pedido disculpas a aquellas personas que se sintieron dolidas o maltratadas por su desacertado comentario contra la persona o figura de Juan Pablo II. Ese detalle ya habla acertadamente de (ti) o de usted (Habrá observado que a lo largo de este artículo he tenido mis dudas con el tratamiento que debo de emplear). No le conozco en persona pero es igual, su retractación hace que ante mis ojos empiece a ser una gran persona y puede merecer mi sincera amistad. Mi consejo, querido amigo, es que antes de pronunciarte en lo que sea cuente hasta diez. Superado estos momentos actúe.

Bueno, si esta nota o artículo ve la luz nueve o diez días después de haberse producido los hechos ha sido por no haber tenido noticia del mismo a su debido tiempo. Cosa que, en definitiva, en cierta forma me alegro, hubiera cogido un berrinche de dos pares de… eso. Ahora me alegro porque a lo mejor mis observaciones no hubiesen sido, hechas en su momento, menos pensadas y menos acertadas. Ahora creo que han quedado en su justo razonamiento sin necesidad de hacer leña de una persona que también sabe disculparse y pedir perdón. Enhorabuena.

La “lucha” en pos de los Derechos de los trabajadores debe de hacerse con cordura, ponderación y cautela; nunca por la tremenda y menos con insultos a una Institución que lleva sobre la Tierra 21 siglos de existencia. En fin qué quiere que le diga no estuvo muy acertado tachando a Juan Pablo II de golfo entre otras muchas razones porque no sé que vio en él para tan loco y acalorado juicio crítico. Espero tengamos algún día la oportunidad de conocernos en persona.

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