José Blanco, a la sazón Ministro de Fomento, dice estar a punto de perder la paciencia. No sé si cuando vean la luz estas líneas habrá extraviado ya de forma total el aguante, todo dependerá de los dichosos controladores del espacio aéreo si es que llegan o no a un acuerdo, no sé si económico o de otro tipo, con la mesa encargada de la negociación al efecto. Siento una gran curiosidad a la par que cierto morbo por saber hasta donde será capaz de llegar con su amenaza el ministro Blanco. De todas formas que más da, no estoy muy ducho en la materia –lo he de confesar- pero es que no paran de reivindicar nuevos salarios, horarios, días de descanso y otras múltiples cuestiones. Lo cierto es que no se puede estar así cada verano jodiendo a la marrana y fastidiando nuestro turismo, una de las principales fuentes de riqueza de la economía española.
Está claro, me imagino más bien, que los acuerdos de años anteriores o no se llevaron a una solución total o quedaron pendientes de posteriores ajustes. Lo cierto es que a estos señores, o sea los controladores aéreos o a quien corresponda, habrá que hacerles lo que a San Cucufato. Cuando pierdan el norte en sus pretensiones salariales; ustedes saben la formula cual es, atar el pañuelo con un nudo bastante fuerte en la recova de los posibles huelguistas. La cosa, como ya dije anteriormente, pasa ya de castaño-oscuro. Ya sé o me imagino que la responsabilidad de los controladores es muy grande, nadie lo duda. Pero joder, existen otras profesiones del mismo corte, incluso con carreras académicas más difíciles de alcanzar como los médicos, dependiendo solo de la nómina de la Seguridad Social y los sueldos no son como para tirar cohetes. Otra cosa son aquellos que tienen abierta consulta particular. Los controladores podrían irse, aparte del destino que en estos momentos se me antoja, si es que no tienen bastante, a vender zapatos y tangas al mercadillo de cualquier ciudad. Se les quitará el stress.
Si hacemos una reflexión sobre tan espinoso asunto; vuelvo a repetir que caso de no llegar a un acuerdo con la mesa negociadora sería fatal para la economía del país y no digamos para los usuarios que en número importante ya han pagado sus billetes; que al fin y al cabo son verdaderos rehenes de los controladores. Si no tuvieron bastante con la cadena de bajas por enfermedad, que dada la suma de las mismas ha venido en llamarse pandemia, ahora amenazan con una huelga en toda regla. El apunte del Sr Blanco de recurrir a los controladores militares acabando de una vez por todas con determinados privilegios urge. Lo que es menester que José Banco no se me raje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario