lunes, 28 de diciembre de 2009

Racismo y diferencias.



Imagen:Dinesh D'Souza, 1995, The End of Racism. New York: Free Press

Este artículo fue publicado por el Autor en “Información Jerez” en
Setiembre dee 2004


No creo que sea Jerez precisamente el lugar desde donde se pueda determinar si existe o no racismo, o si concurre discriminación en torno a algún grupo étnico determinado. Hasta hace poco solo conocíamos el gitano; totalmente integrado en nuestra sociedad y donde, desde ella, a veces, tenemos que observar signos biológicos externos para determinar su origen del resto de la población imperante. Ahora, se han incorporado otros grupos procedentes del mogreb, subsahara y centro de Europa que no terminan de acomodarse –sobre todo estos últimos de procedencia rumana- con las normas más elementales de convivencia ciudadana.

El punto de origen del gitano es dudoso, hay quien lo sitúa en Egipto pero según estudios realizados al respecto, proceden del sub-continente indio. Parece ser que los gitanos abandonaron dicha región allá por el año 900 y a partir de entonces es cuando se extendieron por diversos países europeos: Francia, Alemania, Suiza, Polonia, Países Bajos, España, etc. A pesar de su constante carácter migratorio conservaron sus leyes, especialmente fundamentada en la palabra y el respeto a los mayores; que representan la memoria viva. Se procura por todos los medios su integración definitiva, el asentamiento decisivo de los mismos en un lugar, y que se dediquen a trabajos formales a fin de proporcionar a sus hijos una estabilidad y una educación oficial. En Jerez y en muchos otros lugares de Andalucía ya es así. No ocurre lo mismo en otras partes donde se tropieza con los valores y tradiciones basados en el clan familiar y, sobre todo, con el papel de los ancianos en la comunidad.

El arriba firmante trata con este artículo de exponer o dar a conocer algunos conceptos en torno al racismo y, sobre todo, como se ha introducido el mismo en algunas sociedades. La revisión de algunos argumentos que provocan el racismo puede explicar la comprensión de la praxis racista en la actualidad. Hay quien afirma que la comunidad gitana es la más excluida de nuestra sociedad y que la mitad de ella está viviendo en una situación de pobreza extrema. Un porcentaje bastante alto –cifrado entre un 50% y un 80%- se dedica a la venta ambulante, la recogida de residuos y el trabajo temporero. La gran mayoría de españoles se negaría a que sus hijos se casaran con alguien de raza gitana. La principal causa de esta discriminación puede estar en la diferencia de culturas, en la consideración, por ejemplo, del gitano machista, más que una cuestión de rechazo racial.

Jerez y toda Andalucía, principalmente la baja, es una buena muestra de la voluntad hacia la integración de la comunidad gitana y de cualquier otra raza sea cual fuere esta. El respeto a sus costumbres, sus tradiciones, sus valores, fueron los primeros pasos. El saber convivir juntos en perfecta armonía, los segundos. La diferencia existente entre unos gitanos (los de aquí) y otros es abismal. Me pregunto si aquellos que aún se encuentran al margen de la sociedad (en el buen sentido) no es debido a su propia autoexclusión de ella. Sinceramente, creo que si.

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