miércoles, 30 de diciembre de 2009

Insolidaridad.


No todo lo que uno presencia es lo que uno piensa que ve. A veces, una vez que compruebas la realidad del cuadro escénico ante tus ojos, nos podemos hasta desternillar de la risa. Recuerdo que en cierta ocasión un buen amigo, bajando unas escaleras en la vía urbana, tuvo necesidad de estornudar y así lo hizo, pero con tal fuerza que al expulsar todo el aire comprimido de sus pulmones cayó hacia adelante y no tardó más de cuatro segundo en estar a gatas por el suelo. Mi amigo se vio incapacitado para ponerse en pie por sus propios medios, tal era el dolor que sentía en la parte inferior de su espalda; justo donde esta pierde su nombre. Se quejaba de una forma lastimera; más bien lastimosa.

Nadie prestó atención, ni a mi amigo que sufría en el suelo, ni tampoco al arriba firmante que por más que intentaba alzarlo del suelo para la escalada a una posición de “homo erectus”, no lo conseguía ni de coña. Cuantos esfuerzos hacía en tal sentido solo valieron para conseguir mi cansancio y agotamiento, como se dice por acá, de dos pares de cojones. Sudaba, me dolían los brazos, y hasta los riñones se dejaron sentir; hay que tener en cuenta que menda, a lo largo de su vida, lo más pesado que cogió fue la pluma estilográfica con la que toda la vida escribió; ahora ni eso, el ordenador, en este caso su teclado, suplió con bastante eficacia tal menester.

Repito que nadie nos hizo caso, es más, se acercó un señor bastante bien trajeado, miró a mi amigo y en un tono un tanto cursilón le dijo a su acompañante: “He ahí por qué he dejado de tomar copas a la hora del aperitivo”. ¡Ay, la madre que te parió! Exclamé, si mi amigo jamás había bebido alcohol, es más cuando su mujer hace alguna comida que contenga algo de vino, por más que se lo intente disimular con hervidos continuos y evaporación en grado sumo de su salsa, siempre lo nota y es motivo de alguna que otra discusión matrimonial. Lo que ya colmó el vaso de mi paciencia fue el comentario que apostilló cuando hizo “mutis por el foro”: “La bebida les hace comportarse como bestias”.

Está claro que no siempre las cosas son como uno cree. Después la realidad es otra, mi amigo, está claro, si en ese momento le hacen un examen de alcoholemia sale más plano y negativo que aquel que supuestamente pudieran hacerle a Dinio o Tamara para investigar su grado de inteligencia, digo inteligencia no listeza. El talento es innato de la persona, en cambio el ingenio lo aporta la necesidad de buscar las habichuelas diariamente con más o menos esfuerzo físico. Siempre se dijo que piensa más un necesitado que un abogado.
Pero a lo que íbamos, estoy convencido que la solidaridad hacia el prójimo es nula del todo, no existe, se produce cuando la misma conduce a ser protagonista principal ante la sociedad. Por ejemplo cuando se interviene en un concurso televisado donde ser solidario puede aportar determinados puntos en pos del fin deseado. En cambio en la vida cotidiana ocurren hechos y escenas como el acontecido a mi amigo.

Tras el accidente estuvo dos semanas en cama medicándose a base de tranquilizantes y codeína. Yo, indignado y ... algo más.

martes, 29 de diciembre de 2009

Diario de un ciudadano.

El ciudadano al que me refiero tiene ahora 75 años, cumplidos el pasado 4 de Diciembre –festividad de Santa Bárbara, Patrona del Arma de Artillería y de todas las cosas de solución casi imposible- a la que nadie invoca a no ser que truene. Por esta circunstancia mis amigos, compañeros de trabajo en mi época en la Central Lechera –sobre todo mi buena amiga Anita Pérez Rey- me llamaban en tono coloquial y cariñoso “Barbarito”.
Fui un estudiante mediocre cuando debí ser más aplicado, un tanto holgazán y poco responsable. En cambio a raíz de haber cumplido con las obligaciones que el servicio militar llevaba implícito allá por los años cincuenta,empecé a ser una persona más comprometida y conforme fui escalando puestos tanto en la sociedad jerezana como en mis obligaciones laborales,fui adquiriendo unos conocimientos especiales para poder enfrentarme debidamente a mis tareas. De esta forma estudié Contabilidad, Auditoria de Cuentas; interpretación de Balances, Cuentas de Resultados, etc. En otro período de mi vida activa tuve que aprender temas relacionados con La Seguridad Social, Nóminas y Declaraciones de todo tipo tanto a la Hacienda Pública como a la Tesorería de la Seguridad Social. Fue una preparación muy sólida como consecuencia de la práctica llevada a cabo con el propio trabajo de cada día.
De esta forma fui adquiriendo unos conocimientos que me llevaron, con el tiempo, de ser Auxiliar Administrativo a desarrollar cometidos de Jefe Primero de Administración y ya a último de mi vida laboral (ya con Puleva) Jefe de Transportes. Tropecé con muchos problemas de índole profesional que fui solventando con bastante acierto. Los que me causaron mas daño fueron aquellos que me planteaban los propios compañeros con sus zancadillas y sus envidias y los propios transportistas que nunca vieron justa la distribución de los portes.
Es verdad que en la Cooperativa Ganadera La Merced –Central Lechera- fue donde más aprendí en todos los aspectos, tanto profesional como humano. Pero bien es verdad, también, que fue el lugar donde más sufrí porque fue un puro calvario en todos los órdenes; laboral, humano, económico, entre otros. Los socios cooperativistas en su mayor parte, no actuaban y ejercían como verdaderos cooperativistas, sino más bien como proveedores con el único y exclusivo interés de tener toda la producción de sus vacas vendida sin ningún otro compromiso. Incluso para eludir la obligación del pago de las aportaciones a capital, entregaban la leche a nombre de algún otro familiar. De esta forma la Central Lechera nunca pudo subsistir y tuvo como final la venta de la misma a la firma Puleva en unas condiciones más bien adversas para sus intereses. Hoy día los ganaderos se arrepienten de haber dejado escapar la empresa lechera, la producción y por consiguiente los cupos caminan todos los días rumbo a Sevilla.

A fuerza de ser sincero y como empleado de la multinacional granadina Puleva, el tiempo que estuve en ella fue el más feliz de mi vida laboral. Estuve desde un primer momento trabajando muy fuerte pero complaciente y disfrutando de mi trabajo. Se cobró siempre puntualmente.


(Continuará)

lunes, 28 de diciembre de 2009

Racismo y diferencias.



Imagen:Dinesh D'Souza, 1995, The End of Racism. New York: Free Press

Este artículo fue publicado por el Autor en “Información Jerez” en
Setiembre dee 2004


No creo que sea Jerez precisamente el lugar desde donde se pueda determinar si existe o no racismo, o si concurre discriminación en torno a algún grupo étnico determinado. Hasta hace poco solo conocíamos el gitano; totalmente integrado en nuestra sociedad y donde, desde ella, a veces, tenemos que observar signos biológicos externos para determinar su origen del resto de la población imperante. Ahora, se han incorporado otros grupos procedentes del mogreb, subsahara y centro de Europa que no terminan de acomodarse –sobre todo estos últimos de procedencia rumana- con las normas más elementales de convivencia ciudadana.

El punto de origen del gitano es dudoso, hay quien lo sitúa en Egipto pero según estudios realizados al respecto, proceden del sub-continente indio. Parece ser que los gitanos abandonaron dicha región allá por el año 900 y a partir de entonces es cuando se extendieron por diversos países europeos: Francia, Alemania, Suiza, Polonia, Países Bajos, España, etc. A pesar de su constante carácter migratorio conservaron sus leyes, especialmente fundamentada en la palabra y el respeto a los mayores; que representan la memoria viva. Se procura por todos los medios su integración definitiva, el asentamiento decisivo de los mismos en un lugar, y que se dediquen a trabajos formales a fin de proporcionar a sus hijos una estabilidad y una educación oficial. En Jerez y en muchos otros lugares de Andalucía ya es así. No ocurre lo mismo en otras partes donde se tropieza con los valores y tradiciones basados en el clan familiar y, sobre todo, con el papel de los ancianos en la comunidad.

El arriba firmante trata con este artículo de exponer o dar a conocer algunos conceptos en torno al racismo y, sobre todo, como se ha introducido el mismo en algunas sociedades. La revisión de algunos argumentos que provocan el racismo puede explicar la comprensión de la praxis racista en la actualidad. Hay quien afirma que la comunidad gitana es la más excluida de nuestra sociedad y que la mitad de ella está viviendo en una situación de pobreza extrema. Un porcentaje bastante alto –cifrado entre un 50% y un 80%- se dedica a la venta ambulante, la recogida de residuos y el trabajo temporero. La gran mayoría de españoles se negaría a que sus hijos se casaran con alguien de raza gitana. La principal causa de esta discriminación puede estar en la diferencia de culturas, en la consideración, por ejemplo, del gitano machista, más que una cuestión de rechazo racial.

Jerez y toda Andalucía, principalmente la baja, es una buena muestra de la voluntad hacia la integración de la comunidad gitana y de cualquier otra raza sea cual fuere esta. El respeto a sus costumbres, sus tradiciones, sus valores, fueron los primeros pasos. El saber convivir juntos en perfecta armonía, los segundos. La diferencia existente entre unos gitanos (los de aquí) y otros es abismal. Me pregunto si aquellos que aún se encuentran al margen de la sociedad (en el buen sentido) no es debido a su propia autoexclusión de ella. Sinceramente, creo que si.

El eterno emergente..


Este artículo fue publicado por “Información Jerez” en Noviembre de 2003


Hay quien ve el paso dado atrás por Alberto Ruiz Gallardón en Madrid, en el tema del Impuesto sobre los Bienes Inmuebles, como una bajada de pantalones. Indiscutiblemente sí que lo es, eso a nadie le cabe la menor duda. Pero ha quedado bien claro que los intereses políticos y sociales tanto en un entorno como en el otro –Ayuntamiento de Madrid y Gobierno Central- en nada se parecen y nada tiene que ver el uno con el otro. El hecho de haber intervenido el PSOE ha jugado un papel determinante para que este tema fuera por una senda adecuada que propició el encuentro Rajoy-Gallardón. L

Los socialistas y el hecho de haber intervenido con su acusación en revelar los caminos encontrados dentro del mismo Partido Popular de sus políticas sobre los Impuestos, quién sabe, si más bien, como arma arrojadiza de cara a las Elecciones Generales, ya en puertas, o con el sanísimo propósito de mirar por la economía de sus electores, ha hecho recapacitar al P.P. y obligado al alcalde de la capital del reino que no era prudente llevar a cabo subidas en los impuestos, principalmente en el IBI, dado que en el programa desarrollado de cara a las Elecciones Generales se dice, precisamente, todo lo contrario. Lo que no tengo muy claro es si Don Alberto, que no se lleva muy bien con aquellos que están en el vértice superior de la pirámide, jode la marrana con su proceder.

Quiero decir que no es solo entre los socialistas donde hay que buscar los principales opositores a la elección de Rajoy como candidato a la Presidencia. También aparecen dentro del propio partido algunos “trepas” –o lo que sea- a lo mejor me he expresado mal, he de aclarar, y por eso lo entrecomillo, que uso el vocablo con el único y sano propósito de definir a militantes que no rechazan de ninguna de las maneras a “escalar” a ese puesto privilegiado, no rechazando –incluso- llegar al lugar a fuerza de ir trepando por ser la pared por donde tienen que acceder “excesivamente vertical”, donde alcanzar el vértice de la pirámide es sumamente difícil, más por las aristas o salientes de su superficie –donde aún no llegaron las bonanzas democráticas que las limara- que por cualquier otra circunstancia.

Creo firmemente que Gallardón con su proceder lo que ha hecho es, aún a costa de perjudicar a su propio partido, al menos se ha atrevido a poner un buen par de banderillas de castigo, hacerse notar, decir aquí estoy yo y conmigo también hay que contar. Como excelente político que es, incluso se ha valido de Ana Botella –que como se sabe forma parte del Gobierno Municipal del Ayuntamiento de Madrid- para sacar adelante, con su voto, determinadas cuestiones, algunas nada agradables –digamos excesivamente dulces- de cara a los intereses políticos de su marido, el Presidente del Gobierno José María Aznar. Una vez más Gallardón sale a flote muy a pesar de aquellos que quieren torpedearlo por debajo de su línea de flotación. Creo que Ruiz Gallardón tiró la piedra, enseñando los dientes. Una vez más emerge.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Todo lo demás son...


Cada vez que se vislumbra un nuevo siglo se relaciona, casi siempre y por lo general, con determinados hechos que marcarán hitos – siempre sentenciosos – de cara al nuevo período de tiempo. Parece ser que este siglo trae consigo libertades, a lo mejor excesivas, que hacen que el hombre se desboque y crea que todo el monte es orégano. Y eso no es así, o cuando menos, no debe de ser así; las libertades son todas las que se quiera, pero deben de escogerse solo aquellas que uno necesita a fin de poder avanzar en progreso.

El armario estaba repleto de personas, tanto hombres como mujeres, que durante la dictadura lo abarrotaron y que ahora salen de él incluso aquellos que “nunca estuvieron”. Se ha producido un fenómeno auto-inquisitivo por el cual la gran mayoría, por si acaso, se somete a examen. Se palpa, como las mujeres hacen en sus mamas en busca de ese nódulo acusador, a fin de lanzarse al vacío y soplar a los cuatro vientos: soy gay. De esta guisa nos hemos enterado, por ejemplo, que el conductor del programa televisivo “Aquí hay tomate” lo es maricón por la gracia de Dios; como Franco fue caudillo de España. En una palabra, creo que cabría hablar más bien de prácticas homosexuales que de hombres homosexuales. Prefieren llamarse gays en un sentido moderno de la palabra, de modo que la homosexualidad estaría más centrada en los hechos que en la identidad. De esta manera dejan una puerta abierta para dejar claro, como lo hizo el chiquitín de “La casa de tu vida”, que él no era maricón que era gay. Casi ná.

La Historia es cíclica y los hechos se repiten. Lo único que cambia cuando renacen los acontecimientos es el formato o estilo que presentan. Los conceptos morales también han cambiado mucho a través de la Historia como lo refrendó Maimónides, gran médico y teólogo hebreo de origen cordobés, que creyó vergonzosas las relaciones homosexuales entre un adulto (mayor de 30 años según la cultura judía) y un joven, pero era menos riguroso con la pederastia pues su doctrina era más permisiva si se trataba de muchachos preadolescentes, como se deduce de su célebre “Tratado de la cohabitación” sobre las relaciones sexuales escrito para el sultán Saladino en Egipto.

Estamos viviendo, aunque salvando las distancias lógicas, una nueva Edad Media, que como bien saben fue una época contradictoria, donde se acunaron períodos de intensa belicosidad y fanatismos intolerantes con otros, en cambio, de gran avance cultural y tolerancia, donde la suerte de los homosexuales hasta la implantación de la monarquía renacentista, fue de tolerancia absoluta. Lo mismo está ocurriendo ahora donde lo permitido rebasa los límites de lo permisivo, aunque en países adelantados a nosotros en muchos aspectos como por ejemplo EE.UU se está dando marcha atrás y llevando a cabo la nulidad de muchos enlaces matrimoniales entre homosexuales.

Siempre se dijo: la boca para comer y beber, el pene para hacer pis y lo otro (la próstata se encargará de diferenciar ambas misiones) y el culo para hacer caca. No hay más cera que la que arde, todo lo demás son mariconadas.

Prevaleció la razón.

Este articulo fue publicado en
“Información Jerez” en Junio de 2002

Desde el pasado Sábado la Federación Local de Asociaciones de Vecinos tiene en la persona de Emilio Quintana nuevo Presidente. Mi más cordial enhorabuena a este joven vecino –sobrino de un antiguo y siempre estimado amigo, Felipe Quintana- formado en la Asociación de Vecinos “Pedro Palma”. El solo hecho de proclamar este nombre –“Pedro Palma”- es todo un símbolo de lucha en el entorno asociativo vecinal y, como ocurre con los buenos vinos, un certificado de garantía de origen.

El nuevo presidente, sin la menor duda, revolucionará el movimiento asociativo vecinal jerezano El solo hecho de haber concurrido dos listas a la presidencia federativa vecinal acaparó la máxima atención y tuvo un poder de convocatoria jamás soñado. Estuvo presente todo el mundo vecinal, algunos políticos de distintos signos, sindicalistas, y hasta el presidente del máximo organismo vecinal andaluz (CAVA) Antonio Virués, que vino a dar salvaguarda al proceso electoral, y proclamó con inusitada euforia el resurgir del movimiento vecinal.

Después, ya se sabe, vencedores y vencidos se felicitaron y a un mismo tiempo compensaron tristezas. Más tarde, el que más y el que menos justificó la capitulación en supuestas irregularidades y, para colmo, hubo quién declaró que había resultado vencedora la lista presentada por el PSA (¿) Bueno, pues vale, resultó por tanto, derrotada la presentada por los socialistas del pesoe. En esta lista iba incluso alguien que tuvo, puede que aún lo siga teniendo, cargo de cierto lustre en el organigrama interno del mencionado partido. A pesar de todo vuelvo a repetir que en todo régimen democrático, hay determinadas entidades, ONGs etc, que aunque no persigan de forma directa irrumpir en la carrera política, sus intervenciones como vigilantes y denunciantes del incumplimiento de los derechos y deberes del ciudadano, hacen que sus actos en cierta forma se politicen. Pero vamos, de ahí a que el PSOE y PSA presentaran estas listas va un abismo.

Las urnas hablaron y dejó a cada cual en su sitio. Mi recomendación, si me lo permiten, es que los perdedores desde hoy mismo empiecen a trabajar, pero de verdad, en pos del mundo vecinal y, seguro que empiezan a conocer donde se sitúa cada una de las distintas asociaciones de vecinos Se les entregó un completísimo dossier con todo aquello que la directiva saliente hizo desde 1992 hasta nuestros días. Es increíble, decían algunos que antes criticaron a la directiva saliente de estar vacía de contenidos, todo lo que este grupo de vecinos de una forma solidaria y altruista ha realizado privando de muchas horas de vida familiar a los suyos. Hubo quienes quedaron sorprendidos y atónitos, lo único que acertaron en proclamar es que “no fueron ni han sido lo suficientemente críticos con Pedro Pacheco”. Puede que sea una verdad, pero solo a medias.

Como suele ocurrir, en todas las campañas existen descalificaciones. Lo que el arriba firmante no admitirá nunca es que tergiversen, enreden y embrollen las cosas con el único fin de encubrir su propia ineficacia. Creo que es el momento de aprender de aquellos que alcanzaron una mayoría absoluta en las urnas y reconozcan conmigo que fue conseguida dejando incluso en el camino unos derechos electorales que, seguro hubiesen mostrado de no haber ocurrido así, un resultado aún más escandalosamente triunfante.

Hagamos un profundo examen.


Algunas veces, por no decir siempre; que eso suena a inequívoco, o sea a indiscutible, me he preguntado si nosotros los europeos o los americanos –me refiero a los estadounidenses- estamos en posesión de la verdad absoluta. Se habla mucho sobre terrorismo, no sin razón, es cierto que aquí en España hasta tanto no nos hemos visto involucrados de lleno en el mismo -a raíz de haber ido de la mano de EE.UU. a las guerras del Golfo y de Irak- es cuando hemos sentido en nuestras carnes el cruel castigo que una supuesta participación en dichos conflictos nos ocasiona. Digo supuesta participación porque en verdad, según cuentan, nunca estuvimos en el frente de batalla.

Alguien dijo que lo sucedido en Atocha y posteriormente en Leganés no es terrorismo, era más bien una guerra, pero una guerra muy especial, de pleno siglo XXI, donde un bando practica la guerra de guerrillas, que siempre fue hecha por la parte mas frágil, más enclenque –si me permiten el término- pero a lo kamikaze, dispuesta a morir por la causa, más o menos a morir matando; como hacíamos los cristianos en la llamada Santa Cruzada. Por tal causa se nos premiaba, más o menos como le prometen ahora a aquellos que se inmolan.

“…a gloria de loor de Dios todopoderoso y ensalzamiento de nuestra santa fe católica el santo padre Sixto IV otorgaba a todos los fieles cristianos, varones y mujeres, que para la santa guerra que se hace contra los moros de Granada, enemigos de nuestra santa fe católica, otorgar plenaria remisión e indulgencia de todos sus pecados entonces y en otro cualquier tiempo confesados…”.Quiero decir que desde que el mundo es mundo han existido las guerras y aquellos que mataron, siempre que las conveniencias obligaran, eran absueltos de todos sus pecados, crímenes y excesos y de horas no rezadas y de otros pecados confesados y olvidados en confesión…”

Masacre y crímenes horrendos fueron los cometidos en Atocha, imperdonables, incalificables, enormes, injustificables como también los fueron aquellos miles de ciudadanos que murieron en las noches de Bagdad, hace ahora más o menos un año, bajo el peso de las bombas que otro desalmado llamado George Buch ordenó lanzar sin tregua ni cuartel bajo el pretexto de buscar armas de destrucción masiva. No nos podemos olvidar tampoco de todos los inocentes muertos en Afganistán, ni los muertos en Corea… ni en tantos otros lugares del mundo, ni la sangría continua en Medio Oriente, una realidad cruel y sin una solución fácil. Existen guerras olvidadas que nos afectan a todos y que saltan a las primeras páginas de la prensa solo cuando la violencia en esos países se convierte en genocidio.

No quiero guerra santa, nuestra Iglesia actual tampoco. Pero aquellos que aún viven en este sentido cinco siglos atrás, sus dirigentes religiosos atizan en el rescoldo de los odios y rencores y no dejan pasar la oportunidad de poder morir en pos del paraíso prometido. La única bula que pretendo es aquella que dan mis años para decir lo que verdaderamente siento.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Globalizacón mal vista.


Cada día se incorporan a nuestro lenguaje nuevos conceptos, palabras en suma, que vienen a definir situaciones en el ámbito político, social, económico, etc. Uno de estos vocablos es “Globalización”, el cual, leemos y oímos casi a diario pero que muchos no saben qué viene a definir, no se imaginan que cuando existe una mayor interrelación económica entre países –como es el caso de los miembros de la Comunidad Europea entre si - se produce la globalización.

El arriba firmante no es un experto en cuestiones económico/sociales, solo soy un aficionado, pero eso sí, con buenas entendederas: la globalización no es un fenómeno natural que surja de la nada, se trata de un proceso político en toda regla dirigido por una minoría real pero a través de instituciones internacionales, como puede ser, entre otras, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial de Comercio. En una palabra organizaciones que imponen a la mayoría de los países pobres las políticas que deben de aplicar, obligándoles incluso a reducir el gasto de algunos conceptos relacionados con la educación y la salud, por ejemplo.

Hasta hace bien poco tenía otra opinión sobre la globalización; ahora, la considero totalmente injusta y hasta cruel en ocasiones. Hay que ponerse o situarse en cualquier país africano, o sudamericano, incluso europeo, cuyos habitantes a duras penas consiguen subsistir. Se podrían poner muchos ejemplos que ilustraran este fenómeno. Posiblemente la única justificación en que el precio del algodón sea tan bajo puede estar en que EEUU gasta hasta 4.000 millones de dólares al año en subvencionar a sus 25.000 agricultores, animándoles a que produzcan cada vez más algodón. Llega el momento que los subsidios son superiores al valor de las producciones, y cuanto más producen, más baja el precio del algodón.

Más arriba he comentado que la globalización me resulta injusta, diría más, injusta y odiosa. Esto, como es lógico, precisa de una justificación demostrativa, y a mi manera la voy a ofrecer. Somos conscientes ya de que existen medicamentos que pueden curar el Sida, al menos convertir esta enfermedad en crónica; es sin duda un gran paso al frente. Somos conscientes, igualmente, que existen Gobiernos que estarían dispuestos a suministrar dichas medicinas a un precio que el paciente podría permitírselo. Pero los farmacéuticos americanos –me refiero de EEUU- dicen que deben de pagar el precio americano, que asciende a la increíble cantidad de 10.000 dólares al año, lo que equivale a la totalidad de sus ingresos en los próximos 20 años. El arriba firmante desde luego no entiende de economía (por ello pido perdón por mi atrevimiento) y de estas modernas menos, pero no puedo comprender por qué esas pastillas, inyectables, o lo que sea, habrían de resultar tan caras, sobre todo si se tiene en cuenta que una empresa de Sudáfrica estaría dispuesta a venderlas a un precio muy inferior.

Ya después viene el típico tocomocho, consistente en decir que existen unos derechos de propiedad intelectual que les autoriza a bloquear otros fabricantes, aún a pesar de perder muchas vidas humanas.

Progreso de la Iglesia.


Que la especie humana ha estructurado, y lo sigue haciendo, su capacidad intelectual a través de millones de años es una realidad tangible, máxime ahora donde la codificación del genoma humano, ha vuelto a colocar como actualidad más rabiosa la diferenciación del género humano sobre el resto de las especies conocidas. El hombre, entre otras muchas cualidades en él, posee la actividad del lenguaje, debido a un desarrollo genético sin parangón posible, muy al contrario de lo que le sucede a otras especies del mundo animal que carecen, hasta que no se demuestre lo contrario, de la capacidad intelectual del ser humano.
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La materia en si no tiene capacidad creativa, incluso en su estado de energía, ni se crea, ni crea, ni destruye, ni se destruye, sólo se transforma de acuerdo a la ley física que la determina. Por tanto, ningún acto material así considerado puede catalogarse como libre. En cambio el ser humano reduciéndolo a la condición material la variedad de resultados de sus actos podría explicarse y razonarse, pero no la libertad del acto que siempre sería producto de una cantidad infinita, aunque limitada, de leyes que condicionan la respuesta.
La libertad del ser humano radica, a pesar de una naturaleza tan compleja, en la consecuencia del conocimiento de una experiencia evidente. Todo hombre que se haya parado un momento a razonar cualquier hecho o situación tiene conocimiento de la realización de actos voluntarios y de actos involuntarios. Se consideran respuestas a un estado de conocimientos; son respuestas voluntarias pero no necesarias. De esta voluntariedad puede deducirse la libertad y de ella la responsabilidad.

La parte del hombre que origina actos que no son materiales, que denominamos espirituales, es lo que siempre, toda la vida, se ha venido en denominar alma. Es la diferencia con los otros seres vivos que está dotados de conocimiento sensible. Los animales también conocen pero queda por demostrar que sepan que conocen, es lo que les paraliza en su progreso intelectual. El proceso del lenguaje permite al hombre crear infinitos elementos comunicativos, pudiendo llegar a producir infinidad de propuestas inteligentes. Es la libertad capaz de dar respuestas nuevas a cada interrogante planteada.

El arriba firmante, y también pensante, estima que el progreso es un mundo transitorio, que espera un paraíso concluyente, definitivo, que nunca llegará. Es preferible ver dicho paraíso aquí en la Tierra, como meta final a todas nuestras luchas; que no son pocas. Hoy día, no nos equivoquemos, quieren tener el tan cacareado y esperado paraíso aquí en la tierra, pero en vida y a buen seguro que nadie dudará postrarse de rodillas, pero ante un Dios más actual que nunca.

Este comentario, este artículo de opinión, surgió como consecuencia de una entrevista que Jesús Quintero hizo el pasado Lunes en “Ratones coloraos” a Antonio Gala. Dadas las respuestas y la exposición del ilustre novelista empecé a tener la necesidad de exponer también mis pensamientos en torno a las creencias religiosas –un enigma a descifrar toda mi vida y pesadumbre por lo incierto de ella- y el trasnochado comportamiento de nuestra Iglesia. Esperemos encontrar esa actualización que nos permita esa esperanza de encontrar a nuestro Dios en el siglo XXII. Que yo no escuche nunca más sobre su inmisericordia permitiendo la muerte de más de doscientas mil criaturas en el sudeste asiático como consecuencia del maremoto.

domingo, 13 de diciembre de 2009

El estiercol de la Gloria


He de reconocer que, entre otras muchas, existe en mi persona alguna que otra afición que con el transcurrir del tiempo se han convertido en frustraciones. Me explico, por ejemplo, me encanta la radiotecnia y en bastantes ocasiones he intentado hacer cursos por correspondencia; puedo dar fe que lo intenté cuando aún era muy joven a través de una escuela que se denominaba –quiero recordar- Escuela Radio Maymó, más tarde lo intenté en otras academias más actualizadas. Unas veces fueron el precio de los cursos –nada baratos- otras, el escaso tiempo del que disponía. En fin, llegué a una edad donde no me sobra el tiempo –tampoco el dinero- pero tengo el necesario, haciendo un pequeño esfuerzo, para abordar y hacer realidad de una vez por todas lo que hasta hoy fue una desilusión. Pero ahora me pregunto si ya no es excesivamente tarde para ello,

He sido muy aficionado a la canaricultura, fui socio de la Agrupación de Canaricultura Jerezana. Crié canarios, los mimé con muchísimo cariño y terminaba regalándolos porque mi objetivo principal era satisfacer mi afición sin ánimo de lucro. Con el tiempo tuve que abandonar mi apego a la canaricultura porque era de una sujeción y sometimiento sin límites. Actualmente, aunque parezca mentira, no poseo ni tan siquiera un pájaro que alegre con su canto mi hogar. Es increíble que siendo esta, como dicen, una afición para jubilados el arriba firmante ahora rechace de plano mi escaso tiempo para este menester. Puede tener su explicación en el orden que doy a mis prioridades; cuando uno llega a unas determinada edad empieza a tener conciencia del valor de tiempo perdido y cómo las cuestiones, argumentos y contenidos se trompican y estorban unos con otros. Empieza a ser tarde casi para todo.

Nunca he tolerado que me tildaran de “amante de los pájaros”, entre otras razones porque también existen “sin alas”, que son los peores. He preferido siempre que me dijeran “espectador”, o si lo prefieren “oyente de pájaros”, a lo sumo admito lo de “observador de pájaros”.Vuelvo a decir que las aves, sobre todo los canarios, me obsesionan, pero no los amo por la sencilla razón que amar necesita de una reciprocidad y los pájaros, como pueden suponer, no me corresponden. Puedo disfrutar de ellos, los puedo admirar, estudiar, pero para amarlos deberíamos ser antropofórmicos. .

Otra cosa son los perros, a estos se les puede querer, incluso amar, porque ellos saben corresponder con creces; no en vano se han ganado a pulso la justa fama de ser el más fiel amigo del hombre. Recordemos aquel célebre slogan difundido en televisión con motivo de los perros abandonados en el sentido que jamás harían con sus dueños lo que estos hacen con ellos. Viene a mi memoria la muerte de mi perro “Pancho”, tras 18 años entre nosotros nos tuvo que “abandonar” muy en contra de su voluntad. Todavía hoy se recuerda en casa con muchísimo cariño. Pero fue tal mi tristeza que no estoy dispuesto a pasar nunca más por esta desagradable experiencia.

En fin, la vida está llena de logros pero sin olvidar aquellos que nunca fueron y se convirtieron en frustración. No haber sido ambicioso me ha privado de algunas metas pero también de hacer daño a terceros, la ambición conduce al hombre, por lo regular en unos perfectos “trepas” que ejecutan los menesteres más viles. Es el estiércol de la gloria.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Fortuna

Este artículo fue publicado en “Información Jerez” en Enero de 2005

Hay personas que aún no creen que se pueda amasar verdaderas fortunas a base de trabajo y de una vida dedicada por entero a negocios que le provocaron emerger de la pobreza más absoluta. Son, más que escépticos, suspicaces pues ven en estas personas a unos seres randas manilargos capaces de colocar el dinero ajeno en su propio bolsillo. Puede que sea así en algunos casos pero por supuesto no en todos. Existen claros ejemplos de personas que lograron grandes fortunas con el simple hecho de poner en práctica ideas que a cualquiera pudo pasarles desapercibidas pero que ellos vieron en ellas la medicina que curaron sus males económicos.

Aquí en Jerez, sin ir más lejos, existen claros ejemplos de cuanto estoy comentando. En el sector bodeguero existen, hoy notables, firmas comerciales que surgieron con unos cimientos económicos poco fuertes, incapaces de sostener un comercio ni tan siquiera de medianos vuelos. También ha acaecido esto en otros sectores muy ligados, por ejemplo, a la restauración, panadería, vehículos de motor, etc. Sus actuales propietarios poseen grandes y saneados patrimonios y su cuna mercantil fue, en el mejor de los casos, ser el último de la fila; o sea, el administrativo que decide regentar un pequeño negocio en decadencia -donde se encontraba empleado- con el fin de poder seguir teniendo trabajo y no truncar el escaso salario que recibía.

Edwin Lowe un vendedor de juguetes neoyorquino buscaba tras un largo viaje un hotel donde descansar. Vio un bar al borde de la carretera, estacionó su automóvil, y al entrar en él vio a un cierto número de personas sentadas cada una ante una mesa, sobre la cual tenían un cartón y un montoncito de frijoles. Una de estas personas actuaba de animador, extraía bolitas numeradas de una bolsa y cantaba los números ante los presentes que de vez en cuando ponían un frijol sobre los cartones. Lowe observó que cada persona poseía, como menos, un cartón de lotería con números del 1 al 75 dispuestos en cinco columnas y, cuando completaban una línea, el jugador gritaba ¡beano! del inglés “bean” (frijol).

El vendedor de juguetes se llevó a Nueva York la idea del juego que ensayó con éxito entre familiares y amigos. En una ocasión un jugador se equivocó y en lugar de gritar “beano” gritó ¡¡bingo!! Palabra que acabó adoptada como nombre del juego. El vendedor siguió desarrollando la idea y terminó por encabezar cada una de las cinco líneas de números por una de las letras que componen la palabra bingo. Pero a lo que íbamos, con este juego Lowe amasó una cuantiosa fortuna y al final de la recesión americana era un hombre muy rico. Yo me pregunto, imagino que ustedes también, ¿Existe una forma más simple y sencilla de amasar un patrimonio cuantioso? El arriba firmante piensa que aparte de suerte hay que poseer una gran visión comercial y, sobre todo, una administración muy pulcra y no creerse a las primeras de cambio que todo el monte es orégano; como ocurre con muchos. En cualquier faceta de la vida puede ser fácil llegar a la cima, lo verdaderamente difícil es mantenerse en ella.

La verdadera riqueza en el individuo está en perseverar, en la constancia, trabajo, firmeza, empeño, tesón, etc. No creerse en el inicio del resurgimiento económico ser dueño del mundo, aún menos pavonear, presumir e incluso ridiculizar a los que no tienen y, menos, hacer alardes ostentosos de su poder económico. Hay también claros ejemplos en nuestra ciudad de este tipo de individuos.

Fiestas de Otoño



Publicado en “Información Jerez” en Setiembre de 2003

Se puede decir que acaban de finalizar las Fiestas de Otoño cuando en realidad comienza esta estación del año. Bajo mi punto de vista y criterio no hay punto de comparación entre aquella bien olvidada de la Vendimia y esta otra, que aún a pesar de haber sido concebida de otra forma; sigue conmemorando el nacimiento del nuevo vino, lo cual hace que no se pierda el espíritu preconcebido de exaltar un símbolo –cual es nuestro “jerez”, por el que desde remotos tiempos se nos conoce. Ahora sigue siendo así también. Pero se incorporan nuevas expectativas que hace que nuestra ciudad sea conocida allende nuestras fronteras, aparte de por nuestros incomparables caldos, por los caballos, el flamenco, sus monumentos arquitectónicos, cultura, museos, congresos y exposiciones; y disfrute de unas infraestructuras encaminadas a retener en nuestra Ciudad, a diario, una buena bolsa de turistas de todas las nacionalidades.

La Fiesta de la Vendimia murió ella sola, nadie ayudó a ello, dejó de existir por su propia inercia; nunca estuvo viva. Fue una fiesta joven, donde el pueblo pintaba muy poco –por no decir nada- concebida únicamente para servir a los intereses comerciales de los bodegueros. Se intentó maquillar un tanto esta circunstancia, como pudo ser nombrar la Reina de las Fiestas de entre las jóvenes, de cuna humilde, de nuestra localidad. Puede decirse que aquello no dio los resultados apetecidos e incluso tropezó con las carencias que su condición social y económica planteaba. Bueno, no es mi intención ahora hacer reverdecer viejas circunstancias, que ya hoy están más que superadas y que solo podrían sanar un régimen político como el que disfrutamos.

Estas Fiestas de Otoño, recién finalizadas, sin necesidad de un recinto ferial donde acumular a miles de personas, sin precisar alumbrados con cientos de miles de bombillas, sin casetas; estas vienen dadas por los propios bares del centro y el gran “tapeo” que nos ofrecen. Aquí el buen comer se hace, por ambas partes, -el que lo cocina y el que lo degusta- de una forma más sosegada y refinada. La tortilla de patatas, el pimiento y el “pescaíto" frito” dejan paso a la quintaesencia de los mejores paladares y cada cual, bajo la atenta mirada de un jurado experto y entendido en cuestiones gastronómicas, determina cuales son las mejores y apetitosas “tapas”. A partir de entonces, solo de entonces, puede que algún ganador del “tapacentro” sea mucho, y tal vez más, conocido en su ciudad y fuera de ella.

Esta quincena de días, que es el tiempo que duran las fiestas, nos dejan sabores y sentimientos, pequeños disfrutes nacidos de pequeñas y múltiples diversiones; no llegaran nunca a producirte “indigestiones”, las dosis ofrecidas son las justas, nunca se producen excesos, solo los necesarios para dejarte con el sabor en los labios. Son unas fiestas sin desmadre. La “tapa” se sirve en plato pequeño, el vino en catavino jerezano –como debe de ser- bebido en pequeños sorbos será un deleite sin par y fiel compañero de las mejores tertulias, como el baile y el cante flamencos; María Soleá me pellizcó el corazón, su ceguera me hizo ver luces de esperanza en este mundo de intereses. Mis nietos, y yo, y la abuela con ellos, quedamos atónitos, perplejos, ante un relato nacido entre los entresijos de un pequeño teatro de títeres.

martes, 8 de diciembre de 2009

Envidia sana.


He observado que de vez en cuando surge alguien que, ante un hecho o situación eminente, dice sentir “envidia sana”. No lo entiendo puesto que solo el hecho de sentir envidia conecta con unos sentimientos con poca “salud”. A pesar de todo, a fuerza de querer entender qué se quiere decir con ello, llega uno a la conclusión que lo que de verdad se siente es envidia pura, dura y cochina. Siempre se dijo que no hay peor cosa que ser envidioso. La envidia “sana”, diga lo que se diga, es una emoción que encuentra siempre cobijo en lo más profundo del ser humano para esconderse sin ser visto. De aquí pueden surgir muchas equivocaciones en los comportamientos tanto personales como en aquellos otros dirigidos a los demás. No me extraña que se agreda a una determinada persona por considerarla más alta, fuerte o guapa. Dejaron de rayar la pintura de mi flamante automóvil cuando éste perdió su resplandeciente aspecto. O sea, la envidia “sana” de los “joputas”

Estos sentimientos de envidia comienzan su carrera a muy temprana edad, justamente cuando el niño inicia sus relaciones en el contexto familiar. Justamente aquí es cuando el crío empieza a ambicionar todo lo que no posee, es cuando hay que enseñarlo a superar sus frustraciones y, sobre todo, a que aprenda a tolerarlas para que nunca sienta esa dichosa envidia mal llamada sana, que no es otra cosa que envidia pura mal disimulada. El arriba firmante padece muchas frustraciones. Tengo celos de cómo escribe Paco Umbral, u otro Paco más cercano a mí, Francisco Bejarano; manifiesto cierta pelusa por Javier Sardá -más ahora que en tiempos pasados- a lo mejor porque sale triunfante de las muchas contraprogramaciones que le han puesto desde otras cadenas. Pero lo mío no es envidia, ni tan siquiera sana; es una situación en la que veo a los triunfadores en una ansiada situación que, no es tirria, pero la deseo para mí de todo corazón. No tengo que decir que a Bejarano, Umbral y Sardá los adoro por cuanto, a mi edad, aún me pueden deleitar en sus distintas facetas.

Hay quien confunde la envidia -sana o insana- con la falta de humildad. Bajo el punto de vista de quien escribe esto, la humildad no es sinónimo de desvalorización. Me explico, Contrariamente a lo que le ocurre a los envidiosos hay que tomar conciencia de las habilidades y capacidades propias. Por ejemplo si Paco Umbral escribe de puta madre no se debe de pensar de uno mismo todo lo contrario. A cada cual Dios lo ha dotado de una serie de facultades y se debe de tomar conciencia de ellas y debe de exhibirla con orgullo, debe de estar contento al poseerlas ya que le fueron entregadas para cumplir una determinada función especifica en este mundo.

Hay que ser consciente de las cosas buenas que se poseen, con humildad se llega a la meta de asumir nuestros posibles errores eliminando, de esta forma, el miedo a padecer y llegar a sentir que uno no vale nada. Ese no es el caso tampoco. Siendo humilde se toma conciencia de que todas las personas somos imperfectos. Cada cual nace con unos dones y todos vienen dados, lo que ocurre es que cada cual debe de cultivar los suyos. Una premisa importante es que los valores que pueda tener un profesional excepcional en su ejercicio diario no nos debe de conducir a una amarga decepción, más bien todo lo contrario.
Todo esto también es cosa de moralidad. Un gran pensador y filosofo –José Luís Aranguren- dijo, no sin razón, que “dichos valores morales se pierden sepultados por los económicos”.

Emociones.



Han sido unos días repletos de emociones y sorpresas, empezando por el resultado de la elecciones generales, donde nadie, salvo los propios interesados esperaban la victoria de los socialistas. Pero ahí está el resultado, aplastante y que expresa sin el menor género de dudas lo que el ciudadano de a pie evidenció. Eso no es óbice para que los socialistas entiendan que el incuestionable triunfo no se debe a acontecimientos luctuosos como fueron los acaecidos por el atentado terrorista de Atocha. Tampoco por una jornada de reflexión truncada por la manifestación espontánea ante la sede del Pepé en Madrid.

La derecha justifica de la forma que puede el varapalo sufrido y la izquierda trata por todos los medios que nadie conceda su victoria a hechos como los indicados. Creo, sinceramente lo digo, que José María Aznar perdió en los últimos minutos la concentración, tampoco Rajoy dio la talla; se pagó caro también la imposición de un candidato a la presidencia, y como ocurre en fútbol todo esto se paga caro y se pierden los puntos en un santiamén, como así fue.

Después, a nivel local, la muerte inesperada de Juan López Tubio, con el que me unía una buena amistad; perdurable desde nuestra infancia, me sobrecogió y acumuló en mi corazón nuevas dosis de dolor. Era un gran hombre, simpático donde los hubiere, buen padre, mejor esposo e insuperable amigo. La única conformidad que uno logra aceptar como buena es aquella que Dios le concedió una muerte sin sufrimientos, sin enfermedad. Pero claro, nosotros los seres humanos, no entenderemos nunca que un ser querido y tan entrañable como Juan nos dejara casi de puntillas y haciendo –como lo hizo en infinidad de ocasiones sobre un escenario- mutis por el foro. Descanse en paz.

Otro amigo, Antonio Rodríguez Liaño, triunfó sobre otro tablado y ruego se me permita esta expresión. Su éxito vino sobre las tablas de un marco donde infinidad de artistas lo hicieron. Creo que nos sorprendió a todos, a mí también. No esperaba un pregón de nuestra Semana Santa con tanta poesía, no conocía esa su otra faceta y digo esto porque, aunque desconocida por el gran público su apego al mundo de la canción, recuerdo como siempre nos deleitaba con alguna copla en actos íntimos celebrados con los compañeros de Radio Popular, donde él estuvo algunos años. O sea, Antonio es y será siempre un tío polifacético, capaz de desarrollar con éxito cuantas actividades se proponga y en esto del buen decir se tiene que apuntar en la nómina de los pregones, cuando menos, bien dichos y, sobre todo, con mensaje. Pero quede dicho, el arriba firmante esperaba más un pregón en prosa, tal vez por aquello de ser un reconocido orador dada su faceta de profesional en los medios audiovisuales.

Nació ayer mi quinto nieto, una niña preciosa. Pero esto fue una gran alegría que viene a concederme nuevos bríos y oxigena mi resquebrajada fe de hombre abatido por tantos pesares y desolaciones. Mi bueno de Don Rafael –mi querido obispo- seguro que está intercediendo allá arriba por este pecador.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Hambre y Justicia..


Pedro y Juana eran prácticamente dos adolescentes cuando decidieron emigrar, Se decantaron por una emigración descafeinada, decidieron marchar a Madrid, capital del reino, por aquel entonces una dictadura atada y bien atada, según predijo más tarde alguien. Allí el empleo consistía, en la mayoría de los casos, en trabajar como camarero o pinche de cocina en cualquier bar. En casi todos los establecimientos del ramo exponían, con vista a la calle, letreros solicitando dicha mano de obra.

Tan pronto llegaron a Madrid consiguieron trabajo, él como ayudante de cocina en un bar y ella trabajando por horas en labores del hogar; o sea, limpiando suelos, planchando, repasando ropa, etc. Bien es verdad que entonces no existía, me parece, ninguna forma subsidiaria de garantizar, aunque fuera de forma circunstancial, las habichuelas. Por ello, entre otras razones, esos trabajos lo desempeñan actualmente ecuatorianos y marroquíes. Después, mas tarde, los españoles nos fuimos alejando hacia Francia, Alemania, Bélgica... aunque para vergüenza nuestra, según dicen, en los hiper alemanes el único letrero escrito en nuestro idioma decía “Prohibido robar”.

Los hijos de Pedro y Juana están ya casados. Pero ninguno con madrileños, curiosamente sus cónyuges son extremeños, gallegos y castellano-leoneses. Viene a demostrar, entre otras cosas, el alto porcentaje de ciudadanos inmigrantes, procedentes de otras regiones, que existe en Madrid. Los nietos son ya nacidos en la capital de España. A pesar de ello todos, absolutamente todos, incluso estos últimos añoran vivir algún día en la tierra de sus antepasados. Ellos no han conocido ningún drama escénico donde la desnutrición fuese principal interprete de la muerte por hambre. Siento dolor y mucha vergüenza tener que emplear esta maldita palabra.

Los “pibes” argentinos, en cambio, escuálidos y desnutridos mueren, y hacen que me sienta ciudadano del mundo, responsable: confuso y turbado por haber dado lugar a tan tamaña y absurda fechoría. El poder supremo y absoluto de unos pocos, la evasión de capitales de estos oligarcas fuera del país, han sido principalmente la causa que ha llevado a la ruina un país rico y autosuficiente como siempre fue Argentina. Fue un país que recibió durante muchas décadas inmigración española, allí íbamos a hacer las "américas" y muchos ahorraron “plata” suficiente para luego morir de una forma digna acá. Hoy han cambiado las cosas. Por eso quiero dar a nuestros jóvenes este mensaje: que nunca consientan “roldanes” y acciones que lleven a nuestro país a la hecatombe económica. Deben de tener castigo perpetuo hasta tanto no restituyan el dinero robado.

No fue que digamos muy generosa la vida, allá por Madrid, con Pedro y Juana, allí tampoco ataban los perros con longanizas. Pedro murió en la capital del reino, hoy nunca mejor dicho, pero su mujer merced a un “dinerito” que tenían ahorrado compró en el camposanto de Jerez el “sitio” preciso para dormir el sueño eterno. En la lápida han dejado el espacio suficiente para escribir, cuando llegue el momento, el nombre de Juana; ahora es su sueño. Dos inmigrantes que no hicieron fortuna, es verdad, pero encontraron un trabajo con el que sustentar a su prole. Pedro no murió en las aguas del Estrecho en pos de un paraíso que, como ellos, tampoco encontró.

El Opus y El Código da Vinci.


El arriba firmante, entre otros libros, ha escogido el “Código da Vinci” de Dan Brown como lectura para el verano. Es una novela, y como tal hay que sacar las conclusiones precisas, narrada con un ritmo desenfrenado que seduce y entusiasma. Ahora bien en esta novela no sale muy bien parada la Iglesia, y menos aún, el Opus Dei. Uno de sus principales protagonistas, Silas, un corpulento monje, albino, que lleva normalmente un cilicio atado al muslo y hundido en la carne, busca por mandato de El Maestro, -en su caso el Obispo Aringarosa-, el Santo Grial.

Si consultamos el diccionario de la Lengua Española el Santo Grial es, más o menos, en las leyendas y libros de caballería, “copa o vaso místico utilizado por Cristo en la Última Cena, sirviendo así para la institución de la Eucaristía”. Aparte, entre otros muchos, fue tema de un famoso ciclo de poemas caballerescos. En estos poemas el concepto Grial varía considerablemente y su naturaleza apenas si se menciona. Lo cierto es que la leyenda del Grial está muy relacionada con las historias de Perceval y el Rey Arturo. La historia de Perceval puede tener un origen mítico o tener relación con un cuento, sobre un inocentón (Nicelot) que, en verdad, logra grandes cosas.

A través de los siglos se ha escrito muchísimo del Santo Grial y ha habido múltiples interpretaciones, glosas y razonamientos de todo tipo. La más aceptada puede ser la del cronista cisterciense Helinandus. Hace referencia a la visión de un ermitaño acerca del plato usado por Nuestro Señor en la Ultima Cena. Más tarde escribiría un libro en latín llamado “Gradale”. Ahora, y es a lo que voy, el Santo Grial es el centro de la trama de “El Código da Vinci” implicando en la misma al Opus Dei en una muy sucia historia en pos de descubrir el paradero de dicha reliquia; más que joya, vestigio, no dudando para dicho logro incluso asesinar; viéndose implicados de forma muy directa y activa el obispo y monje, antes citados.

No tengo nada en contra de “El Código da Vinci” como tal obra literaria; como tal historia novelada. Pero de ninguna de las maneras puedo aprobar se use orden religiosa alguna –en este caso el Opus Dei- para hacer llevar al lector una idea o una situación, creo que deformada, muy grave de lo que es la realidad de dicha Institución Religiosa. Para escribir una novela no hace falta, ni debe hacerse, usar nombres auténticos y crear situaciones que puedan menoscabar y deteriorar muy seriamente su trayectoria histórica. De la misma forma que se emplean nombres ficticios para situar a las personas en la trama novelada, puede hacerse con los nombres de entidades, colectivos, corporaciones, instituciones, etc. que intervienen. Ahora bien cuando por motivos que serían largos de explicar y, sobre todo razonar, se emplean nombres auténticos, la cosa encierra sin duda intereses soterrados y malintencionados que llevan por meta final dar desprestigio y descrédito.

Debo de aclarar que los escritores eclesiásticos, que yo sepa, nunca escribieron en torno a la leyenda del Santo Grial. La Iglesia ignoró siempre la leyenda al ser sus fuentes libros apócrifos, no canónicos. Además, la leyenda reclamaba para la iglesia Británica un origen casi tan ilustre como el de la Iglesia Romana.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Por el estómago entran los males.


Antes, hace ya algunos años, el pan era pan, el yoghourt era chipén sobre todo cuando se vendía en farmacias para arreglo intestiinal, y entre otras muchas cosas el vino era vino, a pesar de las histaminas. Pero con el transcurrir del tiempo con el único propósito de vendernos mejor la “moto” la leche es bastante más copiosa en calcio y no sé cuántas vitaminas más, el pan lo es de múltiples calidades, procedencias y formas y, por si fuera poco, los yogures son bióticos que nos defienden de puta madre de los agentes externos. Además, según dice la promoción, comprobado científicamente. Lo que no nos aclaran es de qué comprobación docta nos hablan. Lo cierto y seguro es que uno, aparte de verse imbuido en una sociedad consumista adquirimos unos hábitos alimenticios que me parecen no conducen a nada bueno. Otro tipo de comunicación informativa nos lleva a dejar a un lado la carne de ternera, por aquello de las vacas locas; la de pollo, por la gripe asiática; y por si faltara poco la sabrosísima carne rosa de salmón nos dejan entrever que se puede comer pero con precaución, no más de dos veces por quincena.

Pongo pie en pared y comento con mi parienta que de la graná ni un grano; o sea, nada de ternera, nada de pollo, lo mismo con el salmón, y de lo otro también ná de ná, que ya uno es mayor para morir de sobresaltos indeseados. Llego a la conclusión que nada, absolutamente nada, de lo que hoy el mercado alimenticio nos ofrece es bueno, sano y puro. Las naranjas las ponen rojas basándose en productos químicos, las patatas una vez que se mondan se ponen negras como consecuencia de los nitratos y no sé cuantas porquerías más, no existen verduras y frutas del tiempo; casi todo es transgénico y se cultiva durante las cuatro estaciones del año. Lo cierto es que uno enferma cada dos por tres y cuando los galenos no dan con lo que uno tiene o no encuentran la justificación de nuestros males resulta que es consecuencia de un virus. ¡Tócate allí!

Se investiga y se lucha sin cuartel contra el cáncer. Es cierto, pero no puedo estar de acuerdo porque todos los pájaros comen trigo y la culpa siempre al gorrión, o sea, al tabaco. Casi nunca tiene la culpa las hamburguesas, los desoxidantes, conservantes, colorantes y tunantes, también mangantes que nos dan cada dos por tres sopa con honda. A lo sumo suelen justificar la obesidad como un mal nacido de la civilización y de los pueblos desarrollados. Ha llegado el momento, repito, que no pruebo bocado de pollo, ni ternera, ni ná de ná, tampoco yogur (que caducados hace diez días se pueden “comer”, os lo aseguro). Como diría la Pantoja de Puerto Rico ¡Y eeeessooo! Pues debido a la química.
En cuanto al vino, que me perdonen aquellos químicos que aseveran que las histaminas son malas. Mire usted y un jamón con chorreras. Eso sí que no lo consiento al vino ni me lo toquen, dejarlo con sus histaminas y todas sus cosas que la única observación que hago es de beberlo con moderación y sentido común, como suele catarse por esta bendita tierra de María Santísima. Algo debe de tener, digo yo, cuando el sacerdote lo bendice y con el rezo del Ángelus, llegado el mediodía, aparte de abrir nuestros corazones a Dios, nos invita a que es una hora primordial y esencial para degustar el primer chupito y pedir con fe –la que al arriba firmante le suele faltar muy a menudo- por la paz del mundo. ¡Ah! Y por nuestros estómagos.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Comida Navideña Club Nazaret.


Ayer día 2 la Asociación de Mayores del Club Nazaret organizó la I Comida Navideña a la que estuvieron invitados José Manuel Jimenez, Delegado de Bienestar Social y del Mayor del Ayuntamiento; Esperanza Lobato vocal del Mayor del Cluyb Nazaret; miembros directivos de la A.M. (Asociación de Mayores) del mismo Club así como su presidente José Manuel Pérez Díaz y resto de directivos afines.

La comida consistió en unos entrantes de embutidos; morcilla, chorizo, butifarra; tortilla española de patatas y huevos. Después se comió una “Berza jerezana” extraordinariamente bien condimentada, cocinada y servida por el Catering “Hosteran” del Club Nazaret que se mojó con un buen mosto de jerez. Los postres consistieron, principalmente, en una significativa tarta y productos navideños que se acompañó con un buen cava. Al acto acudieron 220 comensales que tras la comida pudieron disfrutar de una inolvidable zambomba, la cual fue orquestada por la zamobomba del maestro Pepe Coca, que logró dar compás, extraordinario por cierto, a los coros del Centro de Mayores de Las Angustias y al de la propia Asociación de Mayores del Club Nazaret que cantaron los villancicos jerezanos de todos conocidos y aquellos que sin ser tan populares llevan camino de serlo. Una preciosidad. ¡Enhorabuena a los organizadores!

martes, 1 de diciembre de 2009

Efectos del tabaco.


Hace ya casi tres años que, nuevamente, dejé de fumar. En esta ocasión, la verdad sea dicha, me costó más esfuerzos, sobre todo mental, para lograr alcanzar el objetivo. Era de suponer que conforme el organismo estuviese carente de nicotina, alquitrán y toda la cochambre tanto habida y conocida como habida por conocer –que haberlas las hay- empezaría el sufrimiento, lo que vulgarmente y en un tono coloquial se conoce como el “mono”. El arriba firmante aún padece ese síndrome de abstinencia tabaqueril, que no lo duden un momento, aunque salvando las distancias, es tan importante como cualquier otro para superar. Más bien hay que preguntarse, sobre todo a aquellos que nunca fueron adictos a la cocaína y otras drogas duras, que siendo tan difícil sustraerse de la adicción al tabaco que no será hacerlo de aquellas otras.

Algunas veces tengo tentaciones de encender un cigarrillo y aspirar profundamente su humo cargado de sus componentes propios, incluso de aquellos otros agregados que producen, incluso, tanta o más dependencia. Pero ahí es donde comienza a trabajar el pensamiento, responsabilidad y dominio de la situación de cada persona. El arriba firmante, en silencio, hablando consigo mismo y su propia conciencia inicia una serie de preguntas que por ahora ninguna tiene la respuesta adecuada para hacerme llegar al convencimiento de que fumar es un placer. Soy de la opinión de que el hecho de poner en las carátulas de los paquetes de cigarrillos esas esquelas mortuorias recordando las maldades de los efectos del consumo de tabaco es, cuando menos, una broma de muy mal gusto. A mí, la verdad, que quieren que os diga me importa un carajo las mismas; ni me dan ni me quitan las ganas. Es más, me producen asco y me da mucha pena tener que recurrir a ese tipo de cosas para erradicar el tabaquismo. Es una hipocresía de tomo y lomo, sobre todo, cuando conocemos que el consumo produce a la Hacienda Publica, por impuestos, unos ingresos de 6.000 millones de euros al año.

Puedo definir, entonces, a la campaña antitabaco que se está difundiendo de fingimiento sin límites, no la encuentro efectiva ni procedente, tampoco creo que vayan a verse reflejada en la economía de la nación las bondades de un ahorro en el coste de la sanidad pública. Estoy segurísimo que la demanda de cigarrillos va a seguir dándose aún a pesar de las graves y serias advertencias en los paquetes de cigarrillos, aunque sigo pensando que los mejores logros en este sentido vendrán de la mano del ejemplo que cada cual ofrezca en su propia casa, también en la educación escolar –sobre todo en la primera enseñanza- y, como no, restringir de una forma progresiva todo el proceso de producción. Mejor sería una inversión profunda e ir esquilmando el sector de una vez por todas. Seria una actuación bastante menos hipócrita y farsante.

Por otro lado es que no tenemos remedio ni hay por donde cogernos, somos de una irresponsabilidad agobiante, contra las esquelas no se nos ocurre otra cosa que volcar los cigarrillos a pitilleras, ya en desuso, o introducir los paquetes en las consiguientes petacas. Es el avestruz que mete la cabeza debajo del ala. Increíble pero cierto, quedando demostrado, con ello, que ni unos ni otros han acertado con los fines que supuestamente se propusieron.

Don Manuel y Manolo.


Me sorprende que dos compañeros, aún a pesar del corporativismo, que dicen existe entre los periodistas, se vean involucrados en una polémica por una niñería. Es cierto que uno de ellos está hecho un viejo socarrón y guasón de dos pares de cojones, le ha dado a sus años por no dejar títere con cabeza. Le observo muy burlón e irónico. He de confesar que en una ocasión sus dardos apuntaron a mi corazón y a pesar de que hicieron diana no me produjeron el daño que, a buen seguro, (quiero pensar) no quiso hacerme el decano compañero. Pero lo hizo. Eludí la confrontación que a nada conduce; solo a sacar trapos sucios a la calle: Tú me dijiste, yo te dije, tú eres así y tú eres asao. En todo caso debí de increparle en privado. Pero tampoco lo hice, le tengo mucho respeto al longevo y piadoso de don Manuel, muy a pesar de sus comportamientos algo extraños.

El otro polemista; otro periodista, también Pregonero de nuestra Semana Santa, (se les supone, por tanto, que son chicos piadosos, misericordiosos y caritativos) que se enfada, con razón, por una opinión que el primero publica en su periódico en torno al fervorín pronunciado con motivo de la salida procesional de nuestra Excelsa Patrona La Santísima Virgen de La Merced. Bueno, como suele decirse, la cosa es para troncharse si uno se para a pensar, y reflexionar, sobre los temas argumentales que cada cual lanza al otro a la cara; cada uno con la consiguiente mala uva, mayor aún según la edad de los enfrentados. Es pura progresión aritmética ascendente, a mayor edad más mala uva.

Ocurre en estos casos que se suele tener el corazón repartido. Como decía la copla de Pepe Pinto: “Si me encuentro a uno llorando es porque el otro lo ha ofendío”. Las cosas son así. Pero no me gusta que salgan a luz pública las debilidades de cada cual, menos aún si estas son de tipo profesional. Dicen poco y mal de esta bendita profesión. Pero como soy libre y tengo mis derechos a expresarme como me salga de los cataplines mi deber es recordarles a estos dos compañeros que en nuestro código ético está prohibido dañarse el uno al otro, que están comprometidos con los derechos del ciudadano y que los hechos que ocurran deben de ser expuestos completos y sin distorsión. Esto es lo más elemental de un código ético profesional que constantemente debemos de tener en mente.

El arriba firmante quiere mucho a los dos. Hombre, a Doña lo he rozado más (que no se malinterprete esto, por favor), hemos trabajado los dos en la radio (Cope) y hemos tenido vivencias, escarmientos y mundologías variopintas. En cambio con Don Manuel es distinto, ya de momento hay que anteponer a su nombre el tratamiento de don; lo de Manolo queda reservado para los marqueses, condes, reverendos, ganaderos y toreros afamados. Eso no quita para que un servidor admita la voluntad del bueno de Don Manuel y le profese el más respetuoso afecto y consideración.

Quiero decir que cada cual es como es, que todos tenemos nuestros defectos, que cometemos nuestros pecados y que en base a ellos debemos de hacer un exhaustivo examen de conciencia para mejorar nuestra trayectoria profesional. ¡Qué nunca es tarde! No quepa la menor duda. Tú, Manolo, debiste callar, que más te daba que tu fervorín durara más o menos minutos y bla, bla, bla, bla. Lo importante es que lo hiciste con el corazón y punto. Debiste pensar: “Los perros ladran, luego cabalgamos”.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Don Juan Valderrama.


Se nos fue Juanito Valderrama, digo Juanito porque siglos que estuviera por aquí siempre sería conocido por este apelativo cariñoso, porque nunca fue un mote artístico. Era algo nuestro y los que peinamos canas lo echaremos bastante de menos, formó parte de la España de la posguerra y elevó a la copla al más alto grado de popularidad. Ya se alzan voces que piden para Juanito el tratamiento de Don, su biógrafo el periodista Antonio Burgos escribió que si decimos Daña Concha Piquer ¿Por qué no habríamos de decir Don Juan Valderrama? También comentaba que “ha sido el primer cantautor de España a la medida de las hambres de la posguerra”. Lo que no estoy de acuerdo, incluso con el propio Valderrama, es que se quiera hacer ver que su famosa canción “El emigrante” fue concebida en principio como copla protesta en el contexto de la dictadura franquista.

No tuve la suerte y el honor de conocer personalmente a Don Juan Valderrama, bien es cierto que siempre que vino a Jerez al frente de algún espectáculo acudí a presenciarlo, tal era mi admiración por el torrecampeño. Lo mismo puedo decir de Pepe Pinto, Rafael Farina, El Príncipe Gitano –entre otros muchos de aquella época- incluso Emilio El Moro con sus cantes aflamencados de humor. Entonces estos artistas no se prodigaban en galas y acudían a escenarios con más capacidad de espectadores; en nuestro caso era normalmente el Teatro Villamarta donde solían estrenar espectáculo, y el coso taurino en época estival adonde acudían varias primeras figuras formando una sola compañía.

A Don Juan Valderrama lo dio a conocer al gran público La Niña de la Puebla (Dolores Jiménez Alcántara), también desaparecida. Finalizada la guerra civil española, según cuentan los cronistas de la época, y tras haber dado a conocer varios discos que formaron un gran revuelo entre los aficionados al cante, se convierte en empresario de su propia compañía consiguiendo encabezar a partir de entonces los carteles. Ha dejado más de setecientos cantes grabados y se hizo acompañar a la guitarra por los más afamados guitarristas o “tocaores”. Ha sido autor de la gran mayoría de sus éxitos, tanto en el flamenco como en la copla, trascendiendo su música a varias generaciones. Toda su producción discográfica fue un éxito, y seguirá siéndolo, pero cabe resaltar canciones como “El emigrante”, “La Primera Comunión”, “De polizón”, “Madre hermosa”, etc.

Nació en Torredelcampo (Jaén) en el año 1916, ha fallecido en el 2004 Espartinas (Sevilla). Desconozco en estos momentos el mes de su nacimiento, por ello, había cumplido 87 años de edad y a punto de cumplir los 88 si no los había cumplido ya. Pertenece a una familia de buenos cantaores y cantantes entre los que están algunos de sus hermanos e hijos, todos ellos casi en el anonimato, tal vez ensombrecidos por el resplandor del patriarca; incluso le ocurrió esto a su esposa la célebre Dolores Abril con la que contrajo matrimonio en segundas nupcias.

Sirva esta pequeña semblanza de homenaje e inmortal recuerdo a un hombre que fue aparte de excelente cantaor mejor amigo, compañero, padre y persona. Descanse en paz Don Juan Valderrama.

Dilema social.


Una vez transcurrida la Semana Santa le asaltan al arriba firmante determinados inconformismos nacidos, sin género de dudas, por el gran ejemplo que el Hacedor de nuestros días nos brinda; yo diría más bien merced a nuestra Iglesia que cada año, mas o menos por estas fechas, nos ofrece y recuerda con gran lujo de detalles la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. La dureza de imágenes en la película “la Pasión”, de Mel Gibson, que aún no he tenido oportunidad de visionar, puede –según cuentan- que a los incrédulos, como es mi caso, les haga tomar conciencia del atroz tormento que padeció nuestro Padre a fin de redimirnos. Lo hizo, tal cual bien se sabe, como hombre en la Tierra.

Por estas fechas, por ello, está uno más sensible con el mal ajeno que en cualquier otras fechas del año, sin que ello quiera decir que la pobreza que puedan padecer nuestros paisanos y el resto del mundo, en el transcurso del resto del año, nos resbale. Tanto es así que no solo debe de preocuparnos la indigencia, miseria, necesidad, en definitiva la escasez de todo tipo, sino que también la forma en que nuestros políticos tratan de solucionar esta gran herida que marca en la eternidad de los tiempos a nuestra Humanidad. Las ciencias sociales, igualmente, deben de contribuir y mostrar un interés muy especial por este tema. Deben de preocuparse no solo los políticos sino también otros actores sociales como las distintas Iglesias, empresarios, intelectuales, periodistas, escritores, etc. ya que el tema tratado es agudo y doloroso por la herida profunda que produce a la nación, familia o persona que lo padece y corregir supuestos yerros o malos planteamientos.

Constantemente se celebran Congresos donde los ponentes que acuden someten a estudio la política social llevada a cabo y aquellas otras posibilidades existentes para erradicar de una forma adecuada la problemática. Estos problemas adquieren una relevancia significativa sobre todo en época electoral donde, dentro de este marco tan especial, se prometen espacios y sobre todo comprensión y solución a los grandes problemas nacionales, entre los que se encuentra cómo combatir la pobreza. Ahora, como consecuencia de la derrota parlamentaria que ha sufrido el Partido Popular, los sucesores socialistas tendrán que abrir los foros adecuados para discutir y analizar los planteamientos y resultados de la política social llevada a cabo hasta estos momentos.

Será un inicio, un primer paso, para buscar de una forma responsable las posibles alternativas que pudieran valer y aprovecharse para una acción futura y solución de los dilemas actuales. Como es lógico y es de suponer siempre dentro –nadie va a esperar cosa contraria- de los sistemas y métodos propios de un socialismo vigoroso y enérgico pero lejos de escuálidos y trasnochados procedimientos. En una palabra, sin olvidar la situación general tanto social como económica que disfruta nuestro país, que no debe de ser muy mala –según nos cuentan los analistas económicos- pero donde existen ricos (incluidos los de nuevo cuño) y una clase media que destaca debe de erradicarse totalmente cualquier foco de pobreza que exista. Que haberlos los hay. Es hora, pues, de egresos más que de congresos.

Dictados de mki conciencia.

Los últimos acontecimientos y, sobre todo, desavenencias (falta de entendimiento) Estado-Iglesia me hacen pensar que esta última no camina con la soltura necesaria a fin de facilitar a sus fieles el camino llano, al menos el más natural y apropiado para andar por este mundo que, cada vez más, necesita de unos enfoques religiosos más atrevidos y valientes. No dudo ni un instante que si Jesucristo hubiese aparecido en la Tierra en pleno siglo actual habría escogido de nuevo, para su muerte y redención, la Cruz. Pero está claro, que su discurso, su predicamento, habría sido otro aunque siempre con el mismo fin de hace veintidós siglos. Pero ajustado a las necesidades de hoy.

La Iglesia desempeñó siempre un papel primordial frente a la anarquía social, imponiendo el principio del orden, con ayuda a los débiles. Ahora bien, han pasado siglos y como en plena Edad Media los países cristianos, al menos España, se encuentra casi con la misma infraestructura organizativa, dividida en diócesis, cada una de ellas dirigida por un obispo, dando la impresión de escasa o lentísima renovación y pocas innovaciones. Junto al clero existía, -sigue existiendo- otro, cuyos miembros se sometían a unas reglas austeras y estrictas que limitaban toda su existencia. Me refiero a los monjes, agrupados en órdenes que cumplían compromisos esenciales de obediencia, pobreza, trabajo, estudios, etc. y que, intuyo, seguirán desempeñando y llevando a la práctica como hace siglos. En una palabra, sin “revolución” en los contenidos de cara a los tiempos actuales.

Los países han evolucionado, entre ellos el nuestro, y con buen criterio asume la asistencia social, que hasta entonces lo hizo la Iglesia, con los enfermos, indigentes, viudas y necesitados. Fundaron, bien es verdad, muchos hospitales, casas de Dios y asilos. Tanto es así que si no hubiese sido por aquellos monjes no conoceríamos ahora tampoco todos los libros y textos de la literatura latina ni las crónicas que nos cuentan cómo fue la vida en la Edad Media.

Ya no existe, afortunadamente, la burocracia ni el feudalismo. Una forma de sociedad esta última -como bien se sabe- muy antigua y que a decir verdad duró, al menos aquí en Andalucía, hasta hace bien poco. Nació bajo el anhelo de buscar protección y se generalizó cuando se sometieron a quien los podía proteger mejor. El clero formaba un segundo grupo que, aparte de sus funciones religiosas, desempeñó un papel trascendental en la cultura como consecuencia de que sus miembros recibían una instrucción muy superior a los demás que les capacitaba para dirigir la sociedad. Así lo hicieron y durante el Medievo impartieron enseñanza en latín de forma gratuita. Era el clero –sacerdotes en las parroquias y monjes en las abadías- los responsables de esta educación o enseñanza, por ende totalmente gratuita.

Mas tarde llegarían las universidades como consecuencia de la evolución de algunas escuelas catedralicias. Ahora, llegado el régimen democrático, apareció un nuevo giro evolutivo que afecta, a la enseñanza, medicina, matrimonio y, como consecuencia, también a la Iglesia que no debe –creemos- asistir impasible y acomodada a costumbres paternalistas del pasado, tampoco a los beneficios y provechos que el mismo ofreció. Esto creo que es muy fácil de entender. Sería muy provechoso intentar de hacerlo, en bien de todos los creyentes y de los que no lo son. Quedar anclados en el tiempo no es beneficioso para nadie; conlleva no avanzar ni prosperar.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Más "puñalás" da la diabetes.


La diabetes recibe, entiendo que según su gravedad o grado de “rebeldía”, una denominación distinta. Pero al transcurrir del tiempo si esta no se cuida, si el que la padece sigue comiendo y bebiendo todo lo que le viene en ganas se convierte en ese diabético insulinodependiente con una glucosa en sus venas totalmente incorregible. No soy médico, ustedes lo saben, entonces espero sepan perdonar mi vulgaridad en el empleo de los conceptos y términos, incluso básicos. Mi intención es concienciar a quienes la padezcan y, también, sensibilizarme yo mismo de sus perjuicios a largo plazo.
Es una enfermedad que no presenta en sus comienzos signos externos; no produce dolor, inflamación, ni alteraciones, y algunas personas que la padecen se enteran cuando precisamente aparecen las primeras fisuras que dicha enfermedad provoca. No hace mucho tuve la ocasión de ver a un viejo amigo, nuestra amistad viene desde la infancia, estuvimos compartiendo con nuestras mujeres el desayuno previo a la misa dominical en la Parroquia de Santa Ana. Ya digo, me dio una gran alegría poder verlo, él, en cambio, no pudo verme por más que lo quisiera. Esta diabetes maldita lo ha dejado ciego totalmente y ha perdido en una operación quirúrgica parte de uno de sus pies con el fin de sanar la zona atrofiada por la glucosa.

.El arriba firmante se enteró que también la padecía en un control médico de empresa, hace ya aproximadamente quince años. Lo tomé en serio los primeros meses, después se fue olvidando, y aquí empezó mi gran error. Actualmente padezco retinopatía diabética que pudo ser el inicio de la ceguera de mis buenos amigos Manolo Rodríguez y, tal vez, la de ese otro, Antonio Vega. Mientras que la retina está fuerte y aún no se encuentra muy afectada por el mal, el láser puede ir restañando las pequeñas hemorragias que se producen en el fondo del ojo. Estoy en esa fase previa donde uno empieza a tomarse las cosas en serio y donde uno tiene que coger de una puñetera vez el camino bueno de la dieta recomendada y abstenerse de dar al páncreas excesivos azucares.

Es verdad que nadie escarmienta por cabeza ajena. Esto que hoy viven dos bueno amigos lo sufrimos en casa en nuestras propias carnes, mi madre padeció esta enfermedad y sus fatales consecuencias. Aún no entiendo como ella que tenía “azúcar” de sobra en su cuerpo se le podía apetecer comer un dulce; lo hacia a hurtadillas y a escondidas, Si era sorprendida con el bocado en la boca decía que un “día es un día” y saldaba su atrevimiento. El remedio estuvo en que a nuestra casa nunca más fuera un pastel para no facilitarle el trance de la tentación. Cuánto me acuerdo de ella, ahora la comprendo más que nunca, ahora que me privo de mi “Tito Pepe” o el jota be, los frutos secos, el pan nuestro de cada día y hasta del tocinito de cielo.
Lo que más me jode es que uno, nacido en la posguerra civil, época de escasez, de hambre, que tuvimos que llevar entre todos a esta España hasta el lugar que hoy ocupa a base de privaciones y esfuerzos. Hoy, época de abundancia, donde los mayores disfrutamos de mejor poder adquisitivo que antaño, tengamos que renunciar a sus bondades gastronómicas. No hablemos de curación de la diabetes, como dice un proverbio chino “la medicina sólo puede curar las enfermedades curables”. La diabetes hoy por hoy no lo es.

La Hispanidad.


Prácticamente estamos a un mes del día de conmemoración de la Virgen del Pilar o día de la Hispanidad. Este día 12 de 1492 recuerda que Cristóbal Colón, al mando de la nave Santa María, conjuntamente con la Pinta y la Niña, descubrió la Isla Guanahany; él la bautizaría con el nombre de La Española. Ni que decir tiene que representó una proeza no superada hasta el momento si se tiene en cuenta los escasos medios con los que contó –casi sin instrumentos adecuados- solo con la intrepidez de los hombres que reclutó a tal fin y la maestría del propio descubridor.

Como ha ocurrido a través de los siglos con determinados descubrimientos, el hallazgo del Nuevo Continente llegó prácticamente merced a la suerte o fortuna de sus investigadores -citemos a modo de ejemplo el caso de Alexander Fleming con la penicilina- a Cristóbal Colón le ocurrió igual, pensó y creyó llegar a la provincia de Catayo (China) sin olerse que se interponía, siguiendo la ruta marcada por la redondez de la Tierra, un continente nuevo, escondido, ignorado que terminó llamándose América. La hazaña no cabe duda que fue de Cristóbal Colón –todavía no se ciertamente si genovés o español- pero lo que es bien seguro que dicho viaje fue auspiciado por Isabel I La Católica (tampoco se aún a cuento de qué recibió dicho título por parte del papa Alejandro VI) cuando en verdad España se encontraba completamente agotada por las luchas de la Reconquista, que finalizó –dicho sea de paso- tras ocho siglos de lucha.

A fuerza de reflexionar en torno a la catolicidad de Isabel y Fernando deduzco que el verdadero espíritu de los esposos no era otro, en un principio, que la unión de sus respectivos reinos en pos de Castilla. Después, el empeño, sobre todo de Isabel, de la unidad religiosa, pero mediante el establecimiento de la nueva Inquisición, encaminada a los conversos que, en cierta forma, judaizaban a Andalucía y más tarde todo el reino. Tomó la decisión radical de establecer un decreto por el cual no quedaba otra alternativa que convertirse al catolicismo o emigrar (no vamos a contemplar la medida como expulsión) que afectó principalmente a los moriscos de Granada. Bien es verdad que los trató de atraer sobre todo mediante las convicciones de fray Hernando de Talavera que, al no conseguirlo, impuso los métodos más inflexibles del cardenal Cisneros.

En definitiva, es cierto que estos hechos se deben de juzgar en el contexto político y religioso del siglo XV, pero también es cierto que oteados desde los tiempos actuales ciertas políticas de los reyes, denominados católicos, deben de juzgarse conforme a la totalidad de su reinado, no por su acercamiento al Sacro Imperio y a Inglaterra, ni a los enlaces matrimoniales de sus hijos. Fernando, con el dinero y tropas castellanos, hostilizó a Bretaña, defendió el Rosellón y Cerdeña y llevó a cabo la conquista de Nápoles. Sin la menor duda estos fueron los hechos que al papa Alejandro VI impulsó para conceder el título de Reyes Católicos a los monarcas castellanos.

En un mundo donde se carece de valores morales y trasfondo espiritual hoy, merced a España muchos pueblos de América se ven enriquecidos por estos aportes.

Desesperación sin testigos..

No entiendo a los políticos, tampoco a los que no lo son; no entiendo a nadie, solo yo me entiendo. Dejadme en mi soledad, solamente quiero el calor de los míos, de mis amigos, y poco más. Deseo vivir tranquilo, en paz, y en la compañía de un libro, con eso tengo bastante y, aunque no me sobra ningún escritor, puede que me sobren los poetas que, como tales, tampoco los entiendo, no me gusta su abarrocado lenguaje lleno de insólitas metáforas y retorcimientos sintácticos, detesto lo ininteligible, aborrezco a los que quieren expresar algo pero por temores ocultos solo dicen medias verdades, no dicen nada; delatan pero no rotulan nombres..

Soy eterno agradecido de los que con su obra me hicieron y me hacen feliz: Cela, Pérez Reverte (Arturo), Umbral; y Caballero Bonald –entre otros muchos- que ojalá se prodigara más en su obra, pero no soy nadie –aunque como lector le requiero- para exigir al eminente literato más dedicación o, tal vez, deseo de hacerlo. Solo él conocerá los motivos por los cuales no lo hace. Personalmente no creo en la inspiración, aunque sí en la disposición.

Me repelen aquellos que por adquirir notoriedad envían tropas a la guerra, y a los que por causa de ellas o cualquier otra desgracia machacan y aplastan con la palabra fácil -aún más, si cabe, que los tanques en cualquier batalla- desde el atril plural de la democracia a los que tienen que tomar decisiones impopulares pero convenientes. Maldigo a los que, por ser injustos y retorcidos, logran arrancar de mis labios blasfemias; los que por su condición de políticos logran para ellos hermosos sueldos; a los tránsfugas; a los que consideran la política una profesión y no dan nunca el paso atrás para dejar un lugar a nuevas generaciones. También a los que consienten esto y admiten el trapicheo desde el corazón de los partidos políticos.

Aborrezco los malos sentimientos, la falta de caridad con el prójimo, a los que consideran el drogadicto como un delincuente y nunca un enfermo. Compadezco al alcohólico; a los que no tienen trabajo y tienen que mendigar; al inmigrante -clandestino o legal, me da igual- nunca debió de tener motivos para abandonar a los suyos y sepultarse, como la gran mayoría, en los mares y océanos. Detesto a los cofrades que presumen de que “su Cristo” es más milagroso que aquellos otros “titulares” de otras Hermandades. Me desesperan los que aman la música pero solo la cofrade. Doblegan mi escasa fe los que incumplen el “no matarás”, aquellos que asesinan a sus mujeres y luego se quitan la vida. Me pregunto por qué los muy asesinos nunca alteran el orden de ejecución.
Es verdad, estoy abatido por estas y muchas otras causas. Creí siempre que llegada cierta edad soportaría los juicios críticos hechos a la ligera, sobre todo en fútbol, y muy especialmente en el mal llamado mundo del corazón, donde los que conceptúan y dictaminan son aún más sinvergüenzas que los propios sujetos motivo del análisis. Quisiera evadirme, quisiera –de verdad os lo digo- que me importara un carajo todo esto- pero no logro el propósito de conseguir una paz estable. Busco manos abiertas y solo encuentre puños. ¿Desesperación o desesperanza? ¡Qué importa! Una cosa es bien cierta, lo dijo Marco Valerio Marcial ”El verdadero dolor es aquel que se sufre sin testigos”.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Fábrica de botellas.


No encuentro palabras para definir qué está ocurriendo en Jerez con el tema del cierre de la fabrica de botellas; una empresa que radica en Jerez yo que sé el tiempo. Han desfilado por ella, en toda su historia, miles de jerezanos que corresponden a otras tantas familias. Quiero decir que bastantes familias dependieron durante muchos años de los beneficios que aportaban los salarios correspondientes. De buenas a primeras empieza a rumorearse su cierre, tras el mismo surgen nuevos relativos al traslado de la fabrica a lugares alejados del centro urbano; recalificación de los terrenos que se ceden y, bueno, cuando parecía que todo marchaba por buen camino para ambas partes –Ayuntamiento y Vicasa- ésta última se planta con los brazos en jarras, dice esta boca es mía y solo para decir que el cierre es inminente y donde dije digo ahora digo “diego”. ¿Qué os parece? No tiene explicación alguna, -no digo que no tenga definición- el arriba firmante cuando menos no se la encuentra, aunque debo de pensar que algo impertinente ha debido de ocurrir por una parte para que la otra no encuentre de nuevo el camino dialogante que surta los efectos positivos apetecidos y anhelados.

Está claro, las bodegas sin los envases de cristal no pueden estar, no podrán envasar a no ser que lo hagan en brick y por mi “mare de mi alma” que yo no vea nunca un fino u oloroso de Jerez en este tipo de envase, sin el acto ceremonioso del pequeño estampido del descorche y privado del escanciado sobre un catavino jerezano. Pero vamos nunca ocurrirá lo comentado cuando tengo entendido que ya están entrando las botellas de vidrio procedentes de Italia en alguna que otra bodega del Marco. Cosa esta que se debe de evitar por todos los medios habidos y por haber. Podemos ser todo lo europeísta que se quiera pero nunca primandón y tonto lava; al menos mientras no se aclare la situación laboral de esos casi tres centenares de trabajadores que hasta ahora tienen pocas esperanzas de solución de sus problemas.

El pasado martes se organizó una manifestación en apoyo al no cierre de Vicasa, que resultó multitudinaria. Se calcula que acudieron del orden de entre cinco y siete mil personas, procedentes de todos los estamentos sociales, laborales, sindicales, partidos políticos y por supuesto sindicatos, Ayuntamientos que se supone han de convencer a la multinacional francesa para que el “cerrojazo” se dé a la inversa, o sea, para abrir de nuevo las puertas de nuestra fábrica de botellas, que esperamos sea pronto, de inmediato.

En estos momentos de voraz crisis económica que padecemos, no podemos permitir que se pierda ni tan siquiera una “hilacha” del tejido industrial ni jerezano ni de otra parte de nuestra geografía andaluza. He oído declaraciones para todos los gustos de sindicalista y políticos. Creo que, entre todos, destaca las que hizo el ex alcalde de Jerez Pedro Pacheco. Entre otras cosas dijo que “todas las administraciones y sindicatos conocía desde hace un año el traslado y no hicieron nada por evitarlo”. Continuaba declarando que “movilizar las bases era un pariré cuando ya los dirigentes tienen todo amarrado, es el problema de la concertación social”. Decía Pacheco que su familia había estado vinculada bastante tiempo a la fábrica de botellas –su padre trabajó en ella durante años, incluso él mismo- y no me agrada cuanto está ocurriendo.

De todas formas puede decirse que el mundo obrero, sobre todo de Jerez y la provincia, ha respondido a la llamada de sindicatos y partidos políticos y que la manifestación organizada bajo el lema de “no al cierra de Vicasa” ha sido todo un éxito de participación. que lo será aún más grande si se consiguen los objetivos pregonados en la misma.