lunes, 11 de enero de 2010

Colectivo vecinal, crítico y censor.

Publ. "Información Jerez" en ctubre de 2002

Llevo varios meses fuera de la directiva de la Federación de Vecinos Solidaridad. Desde este lugar observo con más equidad todo cuánto ocurre en torno a sus miembros directivos, aunque algunos siguen queriendo demostrar lo indemostrable; o sea, aparentar que trabajan a destajo por el solo hecho de aparecer en todas partes, además dejando constancia gráfica de ello, posando siempre muy al lado de la persona que es protagonista en aquella reunión, asamblea, o lo que sea, para asegurarse el primer plano. Esto siempre lo he denunciado, nunca me ha gustado y prediqué con el ejemplo –me gustaron más los “robados” que los “posados”. No me ha gustado esa técnica del “posado”, donde lo único que falta es el pajarito y silabear “pa-ta-ta”, No ha sido nunca de mi agrado porque al directivo vecinal se le debe de conocer más por sus hechos que por sus demostraciones de presencia. Anteriormente, estas “críticas” las hacía en privado por razones obvias y nunca se me hizo caso. Debía de lavar los trapillos sucios dentro de casa. Ahora los lavo aquí en la seguridad que la “colada” será bastante más efectiva..
Bueno, aparte de esto, creo que las “caras nuevas” con su presidente Emilio Quintana al frente lo están haciendo muy bien, dan la cara, cumplen lo que prometen e incluso discrepan y denuncian el doble juego de algunas asociaciones de vecinos federadas. Hay quién presiona -interponiéndose a las acciones emprendidas por la Federación Vecinal- al equipo de gobierno municipal más con intención de desgastarlo políticamente que con el ánimo de alcanzar posibles objetivos que de antemano dan por solucionado merced a la mediación federativa-vecinal. Sin la menor duda es un juego sucio, interesado y como suele decirse ahora, torticero. Por cierto, que no sé exactamente el significado de esta palabrita, al menos en mi diccionario no viene, creo que equivale a “ilegal” o “injusto”. Pues eso, en esa creencia empleo este vocablo.

Lo que me parece que no ha cambiado mucho es la forma de comportarse la oposición vecinal; o sea, aquellos que durante muchos años vienen persiguiendo, sin conseguirlo, la presidencia de “Solidaridad”. Es más, ahora que no es tiempo de elecciones ni tan siquiera se les ve, (no tardarán en aparecer) menos aún a aquellos que sin pertenecer al colectivo vecinal siempre se adosan al mismo con el único propósito de adquirir un supuesto sitio de influencia expresa.

No he querido dar nombres, habrán observado este detalle. ¿Para qué voy a darlos? Son de sobra conocidos y no dando nombres, sin aludir a nadie directamente, al verse reconocido, tengo la esperanza que adopten desde hoy posturas más coherentes y de provecho para el colectivo vecinal e incluso de cara al propio gobierno municipal que verán en ellos la atalaya o avanzadilla del sentir popular. Estoy seguro, porque lo he vivido, que nuestro alcalde, muy al contrario de lo que a muchos pueda parecerle, prefiere un colectivo vecinal crítico, censor –fustigador en definitiva- que lo acerque a la realidad que no ese otro siempre complaciente que viene a tergiversar el momento real y actual de las cosas.

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