Publ."Información Jerez" en Abril de 2004
Ya se sabía que caso de ganar las elecciones generales el partido socialista –como así ha sido- se iban a experimentar grandes cambios en la política española, entre otros muchos motivos como consecuencia de todas las promesas que suelen hacerse cuando se está en campaña electoral. En esto también hay que reconocer que la madurez democrática hace que no se prometan acciones que ya, de antemano, se sabe será imposible de llevarlas a cabo, no porque no se tengan grandes deseos de ello sino porque aún poseyéndolos pueden existir situaciones que impidan realizarlas. Entonces, mejor no asegurarlas. Rodríguez Zapatero ha tomado una decisión valiente y retirará nuestras tropas de Irak.
Aparte de todo esto y aunque algunos demagogos quieran hacer ver que la derecha y la izquierda son posiciones teóricas, que en la práctica son una misma cosa, afortunadamente no es así y distan entre sí grandes pozas doctrinales que los separan. Nos encontramos en una España con el terreno político allanado por la acción de cinco legislaturas, donde gobernaron tres signos políticos distintos, y con el paso de algún que otro “rodillo”, la superficie terrera que teníamos hace algunos años se ha convertido en una base compacta, bien cimentada donde se erigen instituciones firmes y erguidas. A las primeras de cambio hemos podido comprobar, también, cómo algunos de los compromisos del candidato Rodríguez Zapatero –hoy presidente electo de todos los españoles- se dispone a cumplir –cosa que ha sorprendido incluso a los propios políticos- con el compromiso que creíamos más escabroso y dificultoso de llevar a cabo: retirar nuestras tropas de Irak.
No cabe la menor duda que los atentados del 11 M. influyeron en los resultados de las elecciones. Pero ojo, no nos engañemos, sin este cambio no se hubiera podido concebir jamás una mínima esperanza de alejarnos del polvorín que supone Irak; tal era la tozudez incomprensible de un hombre inteligente donde los haya, como es el caso del ex presidente Aznar, pero terco como él solo. A lo mejor puede ocurrir que no veamos dos palmos más allá de nuestros ojos, tal vez –quién sabe- deslumbrado por la brillantez de su mandato. Pero, eso sí, no precisamente al proceder de espalda al pueblo, en contra de su voluntad, y de aquella otra de Organismos Superiores internacionales, enviando tropas a Irak de motu propio.
Convengo, lo cual quiero decir que me adhiero, a las declaraciones del vicepresidente de la Comunidad Castilla-La Mancha, José María Barreda, que no sería abusivo utilizar el calificativo de “momento histórico” para referirse al instante que se está viviendo en España y que ha sido más que un simple cambio político. “han concurrido circunstancias que afectan al país, a Europa y al mundo”, Los socialistas españoles han sido protagonistas de dos momentos históricos; el conocido como primer cambio que protagonizó Felipe González sentando las bases para una España más social y equiibrada, y este otro que de la mano de Zapatero puede afrontar situaciones que hasta ahora resultaron tabú y que afectaran a las autonomías y hasta, posiblemente, someter nuestra Constitución a revisión y actualización.
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